Miles de millones de personas celebran la Navidad en todo el mundo.

Miles de personas en todo el mundo eligen celebrarla caracterizados como Papa Noel, o Santa Claus, el encargado de transportar los regalos que piden los chicos, con una rapidez y una precisión que asombra.

El Papa Benedicto XVI se asomó a su ventana para encender una lámpara de aceite por la paz frente a un Nacimiento gigantesco en la plaza de San Pedro. Asi se pusieron en marcha las tradicionales ceremonias por la Navidad que se realizan en el Vaticano.

También, este mediodía, quedó inaugurado el tradicional pesebre de Plaza San Pedro, de acuerdo a una tradición que se repite en el Vaticano desde 1982, desde la época del Papa Juan Pablo VI.

Por primera vez, la inauguración fue acompañada de un concierto de villancicos de tradición italiana e internacional.

El pesebre de este año, preparado por el personal del Vaticano, es netamente "mariano", ya que en el año de beatificación del Papa Juan Pablo II, el pontífice del "Totus tuus", pretende acentuar el rol de María en la historia de la salvación; su presencia en la vida de su hijo y su patrocinio de la Iglesia naciente.

Armado, como siempre, frente al obelisco de la Plaza San Pedro, debajo del árbol de Navidad -un abeto procedente de Ucrania-, el pesebre 2011 adhiere al estilo iconográfico tradicional, con una ambientación característica de los sitios históricos del nacimiento de Jesús. La escena central toma elementos de la arquitectura y del paisaje palestinos y presenta puntos de vista de la vida cotidiana, mientras los cuadros laterales están inspirados en la vida de María. En el sector izquierdo aparecen un templo y algunas pequeñas casas, una de las cuales sugiere -por la colocación y la elección de las estatuas- el momento de la Anunciación, narrado por el apóstol Lucas "El evangelista".

A la derecha, se puede ver un edificio de uso familiar, con dos figuras femeninas en primer plano que remiten a la Visitación, el encuentro de dos madres en espera: María y su prima Elizabeth. También este año, los personajes tradicionales representados por las estatuas más antiguas provienen del pesebre armado en 1842 por San Vicente Pallotti en la iglesia romana de Sant'Andrea della Valle. Las ropas de las estatuas fue confeccionada por las religiosas franciscanas Misioneras de María, conocidas como "Las hermanas de los tapices", ya que son las responsables, desde 1926, del Laboratorio Vaticano de restauración de tapices y textiles varios. En la ceremonia de hoy intervino monseñor Giuseppe Bertello, presidente de la Gobernación del Vaticano.

El concierto de villancicos titulado "La Chiarastella", con un coro central integrado por niños y adultos e interpretado por la orquesta del Auditorium Parco della Musica, estuvo dirigido por el maestro Ambrogio Sparagna. Entre las canciones interpretadas, hubo una de tradición bávara en homenaje al Papa Benedicto XVI. En los intervalos hizo distintas intervenciones el poeta Davide Rondoni. Además, el cardenal Angelo Comastri, vicario del Papa para la Ciudad del Vaticano, guió la plegaria final, mientras al término de la ceremonia, Benedicto XVI encendió la "Lámpara de la paz" desde la ventana de su estudio privado. El pontífice sostuvo la lámpara e hizo la señal de la cruz, mientras en la Plaza San Pedro resonaba "Tu scendi dalle stelle" (Tu bajas de las estrellas) interpretada por gaiteros.

Más tarde, en la basílica vaticana, el Papa encabezará la misa de Navidad, mientras mañana al mediodía, desde el balcón central de San Pedro, pronunciará el mensaje de Navidad e impartirá la bendición "Urbi et Orbi" (la ciudad y el mundo).