Todavía sigue siendo un misterio el partadero de Lucas, el único desaparecido que queda tras la tragedia del ferrocarril Sarmiento en la estación de Once. Su mamá, María Luján, reveló que una testigo le aseguró que su hijo "bajó del tren muy shockeado".

"Nosotros estamos convencidos de que Lucas nos está esperando en algún lugar", dijo la mamá del joven desaparecido tras el trágico accidente ocurrido el martes pasado en la estación ferroviaria, donde un tren se estrelló a 26 kilómetros por hora contra la valla parachoques, justo en el final de su recorrido.

"Yo hablé con alguien que lo vio a Lucas bajar vivo, con un cuello ortopédico, lastimado y muy shockeado. Calculo que lo deben haber dopado y por eso no pueda decir su nombre", dijo la mamá del chico por Radio 10. Y aseguró: "La persona que me lo dijo no es un irresponsable, no se borró. Tengo comunicación con ella y confío plenamente en lo que me dice".

Lucas trabaja en un call center cercano a la estación de Once. Como todos los días fue a trabajar, pero nunca llegó a destino. Al enterarse de la situación, María Luján y su otra hija, de 16 años, comenzaron a llamarlo al celular, pero no contestaba. A partir de allí comenzó la búsqueda.

Toda la familia se movió para encontrarlo. Fueron a todos los hospitales públicos de la ciudad, pero no lo hallaron. "Chequeamos a cada uno de los internados de entre 18 y 25 años. Nos quedan las clínicas privadas y los hospitales públicos", explicó.

Lucas tiene 20 años, mide 1,66 metros y es padre de una nena. Es delgado, usa pantalones chupines "medio caídos" y no tiene aros, cadenas, tatuajes, ni anillos. Sus amigos le dicen "Chimu", porque toca en una banda de rock: "Los chimeneas".