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24 de abril de 2024
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Se inició una nueva etapa en la relación Gobierno - campo
Luego de una extensa reunión, en la que el agro planteó los reclamos del sector al jefe de Gabinete y a otros funcionarios, se decidió refinanciar la deuda de 4500 productores
9 de febrero de 2007
El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, lideró ayer un encuentro de dos horas y mediacon las entidades del campo, en el que se plantearon una vez más los reclamos del sector y se propusieron alternativas de solución.

La semana que viene deberían empezar a refinanciarse las deudas que unos 4500 productores agropecuarios tienen con el Banco Nación desde la última crisis.

Y el viernes próximo, a las 11, Urquiza recibirá otra vez a la dirigencia rural para avanzar en otras dos problemáticas centrales: la situación del mercado de las carnes -con un Mercado de Liniers que se rige desde noviembre por una lista de precios máximos- y los precios del trigo y el maíz en el ámbito doméstico, que no reflejan los altos valores internacionales.

Al encuentro también asistieron la ministra de Economía, Felisa Miceli, y el flamante secretario de Agricultura, Javier de Urquiza. El sector agropecuario estuvo representado por sus cinco entidades nacionales: Mario Llambías, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA); Eduardo Buzzi, de Federación Agraria; Luciano Miguens, de Sociedad Rural; Fernando Gioino, de Coninagro, y Horacio Delguy, del Frente Agropecuario Nacional (FAN).

Durante la reunión, Miceli reconoció que por las demoras en la entrega de los Registros de Operaciones de Exportación (ROE) -un requisito administrativo con fines estadísticos que el Gobierno venía utilizando desde el 12 de enero último para regular las ventas externas de carne- las cámaras de los principales frigoríficos están abarrotadas y, ante esa falta de espacio, se está deteniendo la faena. En las cámaras habría unas 50.000 toneladas de cortes listos para ser enviados. Esta situación, según la ministra, se solucionaría esta semana.

El trigo también tuvo un capítulo destacado. Miguens aprovechó para recordar una vieja propuesta de las entidades para liberar el mercado local de ese cereal. En síntesis, esa idea consistía en subsidiar la diferencia entre el precio doméstico y el internacional con un fondo de US$ 100 millones que saldrían de lo que el Gobierno recaudará de más este año por el aumento de la producción y los incrementos en la cotización internacional. Esa idea, cuyos detalles fueron explicados por Miceli a Fernández frente a los ruralistas, entusiasmó al jefe de Gabinete, preocupado por renovar la relación con el campo.

De hecho, en la introducción al encuentro Fernández habló mucho de la necesidad de reconstruir la confianza. "Hasta ahora hubo diálogo, pero la gente no se escuchaba. A este Gobierno le interesa que al campo le vaya bien", sostuvo el jefe de Gabinete durante el encuentro.

"Esas palabras fueron reconfortantes para un productor agropecuario", dijo Llambías al término de la reunión, que incluyó una conferencia de prensa en la que los dirigentes se mostraron confiados -aunque todavía con cierta cautela- en avanzar hacia soluciones definitivas. "El desafío es recuperar la confianza en el Gobierno. Venimos de una etapa de muchas rispideces, con dos paros a cuestas y el mandato de las bases de hacer un tercero. Esto es un gran progreso, pero no la solución", agregó Buzzi.

De uno y otro lado existe la sensación de que es la última oportunidad para encauzar una relación que estuvo llena de roces. "Es un paso hacia adelante, nos encontramos ante una situación altamente favorable por la demanda mundial de alimentos y tenemos que trabajar para encontrar la forma de favorecer a los productores agropecuarios sin poner en riesgo los precios internos de los alimentos", afirmó Urquiza.

También se evaluó la situación de varias zonas en emergencia agropecuaria que demandan fondos para reconvertir sus producciones, y se habló extensamente de las economías regionales como el algodón y el arroz. A última hora de la noche, cuando ya casi no quedaba nadie en la Casa Rosada, a los dirigentes ruralistas sólo les faltó la foto con el presidente Néstor Kirchner. Pero, al parecer, ahora no faltará oportunidad.