Luego de que el Gobierno y los Estados Unidos acordaron ayer dar por superado el entredicho originado por Transener, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, destacó hoy la madurez en la relación con la administración de George W. Bush y remarcó que "quedó todo claro".

"Creemos que se dio una explicación genuina, que todos nos entendimos y todo quedó en claro", señaló el funcionario, quien consideró que el Gobierno logró "formalizar una relación madura" con el país del norte.

"Eso quiere decir que hay puntos de acuerdo y de diferencia que conducen al respeto de ambos países", manifestó a radio Mitre.

El funcionario manifestó que se les dio a los enviados del Departamento de Estado, Nicholas Burns y Thomas Shannon, "una explicación genuina" de por qué no se autorizó la venta de Transener a un fondo de inversión de ese país.

Las declaraciones del jefe de Gabinete surgen luego del conflicto generado por las críticas de Kirchner a la supuesta presión norteamericana para que Eton Park ingrese en el negocio eléctrico al comprar acciones de la empresa transportadora Transener, lo que fue rechazado por el gobierno argentino.

El Presidente había creado un clima de tensión cuando anteayer denunció "aprietes" de los EE.UU. sobre la Casa Rosada. En una carta, el embajador norteamericano, Earl Wayne, le había expresado al ministro de Planificación, Julio De Vido, la preocupación de su país porque el Gobierno decidió frenar el ingreso de ese fondo de inversión al negocio eléctrico al no aprobar la compra de acciones de la transportadora Transener.

Pero ayer, el conflicto quedó superado, luego de que el Subsecretario de Asuntos Políticos, Nicholas Burns, dio por terminada la controversia. "Con los ministros [Alberto] Fernández y De Vido quedamos de acuerdo en que fue un completo malentendido y acordamos dejarlo atrás", aclaró el funcionario ayer en dos oportunidades.

A pesar de ello, De Vido ratificó la oposición del Gobierno a la compra de una parte de Transener por el fondo norteamericano.