Las fuerzas de seguridad han detenido al secuestrador que desvió este jueves el vuelo MR465 de Air Mauritania hasta el aeropuerto de Las Palmas y retuvo a sus 71 pasajeros y ocho tripulantes, que han sido puestos en libertad, informaron fuentes de la investigación.

En el avión secuestrado, un Boeing 737-700, aterrizó en el aeropuerto militar de Gando en Gran Canaria.

Después de que el avión tomara tierra, los agentes de la Guardia Civil detuvieron al secuestrador y liberaron a sus ocupantes de los que 20 han tenido que ser atendidos por personal del Servicio de Emergencias y Seguridad del Gobierno canario, informaron fuentes del 112. La subdelegada del Gobierno en Las Palmas, Carolina Darias, confirmó que fueron los propios pasajeros los que redujeron al secuestrador.

Según informó el 112, un total de 13 de los 71 pasajeros han sido trasladados a diversos hospitales de la capital de la isla para ser atendidos de sus heridas. El 112 confirmó que tres mujeres fueron evacuadas al Hospital Insular, dos hombres y una mujer a la Clínica del Perpetuo Socorro, otras tres mujeres a la Clínica de San Roque, y cuatro menores de edad al Hospital Materno Infantil, todos ellos en Las Palmas de Gran Canaria.

Los heridos presentan policontusiones y erosiones de carácter leve y no hay constancia de que haya heridos de consideración grave.

El secuestrador también ha sido trasladado aun hospital para ser atendido de los golpes recibidos por el pasaje y la tripulación que le redujeron. El detenido no sufre heridas de gravedad pero es asistido en el Hospital Insular de Gran Canaria de la capital grancanaria, según confirmaron a Efe fuentes sanitarias, de las contusiones que presenta, agregó Segura, quien destacó que "ahora hay que hacer una investigación".

Las fuerzas de seguridad investigan si hay algún implicado más en esta acción, ya que algún pasajero ha apuntado la posible participación de otras personas.

Testigos presenciales dijeron haber visto algunas personas que, tras salir del avión, echaron a correr por las pistas del aeropuerto.

Al parecer, el secuestrador exigió que el avión aterrizara en París, con la intención de pedir asilo político, pero la tripulación del aparato le señaló que no disponía del combustible suficiente para efectuar ese trayecto.