Apenas un par de horas después de la nube tóxica, una feroz tormenta se desató en Capital y conubano, y rápidamente provocó inundaciones en distintos barrios.

El Servicio Meterológico Nacional explicó que el fenómeno climático en la región es provocado por "una masa de aire cálido, muy húmedo e inestable en la cual se desarrollan tormentas en forma aislada, algunas localmente fuertes".

A las 16:30 ya habían caído 115 milímetros y el SMN advirtió sobre "ráfagas de viento, caída de granizo e intensa actividad eléctrica".

Advirtió además que, en el transcurso del día, las lluvias y tormentas podrían "adquirir características severas". Las condiciones meteorológicas recién mejorarán a partir de la mañana del viernes.

Por el alerta meteorológico, el Gobierno porteño aconsejó a los habitantes de la Ciudad retirar las sillas y macetas colocadas en las ventanas o los balcones; asegurar los elementos que se encuentren en obras de construcción.

Además, recomendó no arrojar latas, botellas u otros elementos que puedan obstruir los sumideros y causar inconvenientes en el sistema de desagües pluviales.

La Ciudad también recomendó a los vecinos "no tocar columnas del alumbrado, cajas de luz, o cualquier tipo de cables que hubiere en la vía pública", y a los conductores de vehículos "extremar las medidas de seguridad", "circular a velocidad reducida y siempre con las luces de posición encendidas".

Las aerolíneas que operan en el Aeroparque Jorge Newbery sufrían demoras como consecuencia de la tormenta. Fuentes aeroportuarias informaron que, por razones de seguridad, las aeronaves no pueden cargar combustible mientras se registre un fenómeno meteorológico con actividad eléctrica. La situación se mantendrá hasta tanto mejore el clima y se pueda volver a abastecer a los aviones en condiciones seguras, indicaron.