El gobierno porteño confirmó la suspensión del servicio de la línea A de subterráneos por "60 días" desde enero próximo, al considerar que es "peligroso para la seguridad", y en ese lapso trabajarán para mejorar el servicio y cambiar las formaciones.

Mauricio Macri confirmó que la línea A de subte dejará de prestar servicio a partir de la "primera quincena de enero" por un plazo que puede llegar hasta los 60 días, para permitir la adaptación de los nuevos coches que remplazarán las actuales unidades que tienen unos cien años.

"Queremos mejorar la calidad y la seguridad del servicio, y esta adecuación técnica de la línea llevará un mínimo de 15 días y un máximo de un mes y medio, dos meses", señaló. El principal problema es que las nuevas formaciones utilizan una tensión distinta a las actuales.

Macri efectuó estas declaraciones luego de supervisar las obras del nuevo Centro Verde del barrio de Núñez destinadas a la separación y clasificación de los residuos.

Por su parte, el titular de Subterráneos de Buenos Aires (Sbase), Juan Pablo Piccardo, rechazó las criticas de los sindicalistas a esta posible determinación: "El Gobierno de la Ciudad no va a negociar la seguridad de la gente. Ni con los metrodelegados ni con Metrovías. Por una cuestión estrictamente de seguridad, los coches de la línea A, algunos de los cuales tienen 100 años, deben ser reemplazados y una opción que se está definiendo es si se cierra temporalmente el ramal para hacerlo".

De acuerdo con la explicación del funcionario, en el ramal más antiguo del subte se deberían reemplazar los antiguos por 45 coches nuevos que ya están en poder de la Ciudad.

Desde el sector gremial la queja principal es por el tiempo, y así los delegados de la línea A señalaron: "Pensábamos que esta medida iba a demandar unos 20 días, un mes", sostuvieron.

De todas formas, agregaron estar de acuerdo con la iniciativa, aunque aclararon que "habría que cambiar toda la flota y no una sola".