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Obama: "La década de la guerra ya terminó"
Ante unas 800 mil personas, el presidente de los Estados Unidos agradeció tener la "oportunidad de terminar lo que comenzamos. Nuestro trabajo comienza hoy"
21 de enero de 2013
El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, habló hoy ante una multitud estimada en 800 mil personas para dar inicio a su segundo mandato en el Capitolio, en Washington, e hizo un llamado a la unión nacional, al sostener que la "década de la guerra ya terminó". El 44º presidente estadounidense juró públicamente para su segundo y último mandato ante centenares de miles de personas al pie del Capitolio, con un renovado llamamiento a la unión ante los desafíos que enfrenta su país, en una mañana fría y ligeramente nublada.

El primer presidente negro de la historia de Estados Unidos renovó su cargo como manda la tradición ante el pueblo, un día después de haber sido investido oficialmente, como dicta la Constitución.

Para enfrentar los obstáculos económicos, para resolver el desafío educativo, para solucionar problemas como la inmigración ilegal o el cambio climático, "ahora más que nunca debemos hacer estas cosas juntos, como una sola nación y un solo pueblo", dijo.

Fue un discurso notablemente más corto que hace cuatro años, frente a una situación política más complicada, con el Congreso en manos parcialmente de la oposición republicana.

La muerte de rehenes, entre los cuales había estadounidenses, tras un secuestro en una planta de gas en Argelia la semana pasada nubló también la atención del inicio de este segundo mandato del demócrata.

Obama aprovechó la oportunidad para delinear algunas de las prioridades de su segundo gobierno en el plano internacional y doméstico.

"Estados Unidos seguirá siendo un faro de alianzas fuertes en todos los rincones del mundo", prometió, y también aseguró que la batalla frente al cambio climático será uno de los puntos de preocupación centrales de su gestión.

"Responderemos a la amenaza del cambio climático, conscientes de que que si no lo hacemos, estaremos traicionando a nuestros niños y a las futuras generaciones", dijo Obama en su discurso inaugural.

El presidente también llamó a sus compratriotas a dar "una mejor bienvenida" a los inmigrantes, delineando la que podría ser una batalla por una reforma migratoria integral que satisfaga a uno de sus principales sectores de votantes: los hispanos.

Obama había prestado juramento el domingo en una ceremonia privada en la Casa Blanca.

La Carta Suprema estadounidense establece que el mandato presidencial empieza al mediodía del 20 de enero tras las elecciones.

Cada vez que ese día cae en domingo, el juramento se hace al día siguiente a los pies del Capitolio, la sede del Congreso.

Es la séptima vez que el presidente estadounidense jura su cargo un 21 de enero.

Frente a la larga explanada conocida como el "Mall", una multitud de unos 800.000 personas agitaban banderas y mostraban pancartas celebrando "4 more years", cuatro años más de presidencia demócrata.

La asistencia es considerablemente inferior a los 1,8 millones de 2009, pero el ambiente es igual de entusiasta.

"Hoy tiene aún más significado si cabe" declaró a la AFP Audrey, una enfermera negra de 53 años procedente de Florida, venida expresamente para la ocasión.

Entre los presentes se hallaban los expresidentes Bill Clinton (1993-2001) y Jimmy Carter (1977-1981), celebridades como Eva Longoria y Beyoncé, ministros y legisladores.

El vicepresidente Joe Biden juró también su cargo por segunda vez ante la juez hispana de la Corte Suprema Sonia Sotomayor.

Michelle Obama lucía un abrigo estampado de tono gris azulado, mientras que las hijas Sasha y Malia lucían sendos vestidos de tonos violetas.

La ceremonia tuvo lugar en medio de fuertes medidas de seguridad, con bloques de cemento, vehículos militares con los colores de camuflaje y francotiradores en los tejados de los edificios.

Obama y su esposa Michelle almorzarán en el Capitolio tras la ceremonia, con centenares de invitados, para dirigirse luego a la avenida Pensilvania y encabezar un desfile hasta el 1600, la dirección de la Casa Blanca.

Ahí, en un nuevo estrado construido como es tradicional ante la entrada norte de la mansión, presenciarán el paso de las bandas militares y de escuelas de todo el país.

La jornada se cerrará con dos bailes de investidura, animados entre otros por Katy Perry, Stevie Wonder y el grupo mexicano Maná.

De nuevo las festividades serán más austeras, comparadas con los 10 bailes inaugurales de 2009.

Las estrellas del mundo hispano, un sector del electorado que se inclinó masivamente por Obama en noviembre pasado, tuvieron su momento de celebración en la noche del domingo en el Centro Kennedy, con una gala presidida por una de las copresidentas del comité organizador de la investidura, Eva Longoria.

Obama ya ha anunciado dos claras prioridades para este nuevo mandato: una compleja reforma migratoria integral y una difícil iniciativa para endurecer la venta de armas.

Pero antes de lograr esos cambios, tiene ya otra pulseada con los republicanos, y a muy corto plazo: el cierre de la negociación para tratar de elevar nuevamente el techo para la deuda pública.

El presidente deberá también definir rápidamente el resto de su gabinete ministerial, del que salen pesos pesados como la secretaria de Estado Hillary Clinton y también los dos únicos ministros hispanos, Hilda Solís y Ken Salazar.

La familia Obama comenzó la mañana con un servicio en la iglesia de St. Johns, próxima a la Casa Blanca, desde donde se dirigió al Capitolio.

La limusina del 44 presidente estadounidense llegó a la sede del Congreso, adonde Obama ingresó, momentos antes de ser investido y pronunciar su discurso inaugural. La banda de la Marina estadounidense fue la encargada de dar comienzo a la celebración.

"Me siento honrado y agradecido de que tengamos una oportunidad de terminar lo que comenzamos. Nuestro trabajo comienza hoy. Vamos allá", escribió Obama en su cuenta oficial de Twitter.

Entre los asistentes a la multitudinaria ceremonia estuvieron el ex presidente Bill Clinton, acompañado de su esposa, la secretaria de Estado Hillary Clinton, y el ex mandatario Jimmy Carter (1977-1981).

También asistió el senador John Kerry, nominado por Obama para sustituir a Clinton como secretario de Estado, el ex candidato presidencial republicano John McCain, y el actual secretario del Tesoro, Timothy Geithner.

El senador demócrata Charles Schumer fue el encargado de pronunciar las primeras palabras de la mañana, con el tradicional llamado al orden, mientras que la invocación, un breve discurso de tono religioso, correspondió por primera vez en la historia a una mujer laica, Myrlie Evers-Williams.

La elegida es la viuda de Medgar Evers, un militante de los derechos civiles asesinado hace medio siglo en Mississippi, en un caso por el que Myrlie luchó durante 30 años en los tribunales.

A continuación, actuó el Coro del Tabernáculo de Brooklyn, que dio paso al juramento del vicepresidente, Joseph Biden, a cargo de la primera jueza hispana del Tribunal Supremo, Sonia Sotomayor.

El juramento de Obama estuvo precedido por la actuación del cantante James Taylor, quien también actuó en la Convención Demócrata el pasado septiembre.

Tras el discurso del mandatario, se presentó sobre el escenario la cantante Kelly Clarkson. Luego, hispano Richard Blanco leyó un poema y la bendición final estuvo a cargo del sacerdote hispano Luis León, de la iglesia de Saint Johns. El acto finalizó con el himno nacional, entonado por la cantante Beyoncé.