El gobernador bonaerense, Felipe Solá, aseguró que no pagará el día a los estatales que se sumen a los paros que comienzan hoy y se mostró confiado en que avanzarán las negociaciones con los gremios.

"El día de paro se descuenta, el día no trabajado se descuenta, después está la Justicia, pero yo el día de paro no lo pago", dijo el mandatario en la Casa Rosada, donde participó junto al presidente Néstor Kirchner del lanzamiento de un plan de viviendas.

Solá remarcó el funcionamiento de las reuniones paritarias en la provincia de Buenos Aires, al sostener que "hemos arreglado con los docentes que son el 55 por ciento de la administración, y del 45 por ciento de estatales restantes hay 27 gremios, un gremio dijo que iba a hacer una huelga y el resto no".

"Estamos trabajando, vamos a cerrar y vamos a cerrar bien. ATE también va a aceptar las condiciones, porque no esperaban tener un aumento de salarios de alrededor del 20 por ciento", agregó, según un comunicado de prensa.

Sin embargo, desde el Poder Ejecutivo relativizaron el impacto que puede tener la medida de fuerza que inició hoy el gremio de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en toda la administración.

Además de la protesta que culmina el viernes en las dependencias oficiales, también habrá paros mañan y viernes en los 77 hospitales provinciales, para reclamar mejoras salariales y laborales.

Por otra parte, los trabajadores del Poder Judicial del distrito anticiparon que hoy y mañana realizarán un paro general de tareas por 48 horas "ante la falta de respuesta por parte del gobierno a los reclamos salariales" del sector.

La nueva medida de fuerza será la cuarta que realizan los trabajadores enrolados en la CICOP-CTA en reclamo de un salario inicial que iguale la canasta familiar, 2.400 pesos, que convoca la Asociación Sindical de Profesionales de la Salud de Buenos Aires.

El ministro de Trabajo provincial, Roberto Mouilleron, expresó que "el anuncio de huelga es de uno solo de los 22 gremios (bonaerenses) que están negociando" mejoras salariales con las autoridades.

El funcionario aseguró que "decir que estará parada la provincia por 72 horas es algo que no se condice con la realidad".

El ministro de Trabajo criticó que "haya gremios que utilizan la metodología de vivir anunciando paros, aunque después, en la realidad, no sea tan así".

Por su parte, el gobernador puso en duda el apoyo de las bases a la medida de fuerza, al expresar que "los dirigentes necesitan tratar de demostrarle a su gente que son representativos haciendo paros, pero me parece que no tienen el respaldo de la gente".