Los automovilistas que, a partir de hoy, conduzcan tras haber bebido alcohol sufrirán el secuestro de su rodado y la suspensión de su licencia de conducir, además de imponérseles una fuerte multa.

Se trata del operativo "Tolerancia Cero", que lanzará hoy el ministerio de Salud provincial, en el marco de la entrada en vigencia de la ley de Emergencia Vial, con el fin de prevenir accidentes ante el importante movimiento turístico por el fin de semana largo.

El operativo comenzará hoy a las 13, en el peaje Dock Sud de la autopista Buenos Aires - La Plata, precisó la Subsecretaría de Atención a las Adicciones dependiente de la cartera sanitaria provincial.

Los automovilistas que sean sorprendidos en las rutas bonaerenses conduciendo tras beber alcohol sufrirán el secuestro de sus vehículos, su licencia será inhabilitada por seis meses y se le aplicarán fuertes multas. En caso de reincidencia, la inhabilitación será por un año y por segunda reincidencia será definitiva.

Si se trata de un vehículo de transporte, público de pasajeros o de mercaderías, el mínimo resabio de alcohol en sangre es motivo suficiente para la inhabilitación definitiva del conductor.

La subsecretaria de Atención a las Adicciones, Patricia Segovia, quien estará presente en el operativo, acompañada por el Director de Control de Gestión, Kurt Rojas, precisó que "el alcohol es un depresor del sistema nervioso central que afecta funciones mentales esenciales para la conducción como la capacidad de atención, la visión y las respuestas motoras".

La funcionaria advirtió que "lo aconsejable para viajar seguro es abstenerse absolutamente de beber antes de conducir. La decisión de hacerlo o no, no puede quedar librada a la órbita individual de cada persona, ya que pone en riesgo la vida de terceros". "La actitud del organismo a mi cargo no es represiva, sino que comprende un fin esencial de la Salud Pública que es el de salvar vidas", remarcó.

Los controles de alcoholemia a conductores en rutas se realizarán en su mayoría en horarios claves, luego del horario de almuerzo y cena que serán reforzados con controles sorpresivos en puntos clave como salida de locales bailables o restaurantes.