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19 de abril de 2024
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El centro de Argentina está bajo las aguas
Son cuatro los muertos por el temporal y más de 60 mil los afectados. Los evacuados ascienden a 30 mil. En Santa Fe llovió cuatro veces más del récord y cayó un puente
30 de marzo de 2007
El temporal de lluvia que dejó bajo el agua a importantes regiones de cuatro provincias argentinas se cobró hoy dos nuevas vidas, con lo que se elevó a
cuatro el número de víctimas fatales de una catástrofe meteorológica que ya expulsó de sus casas a más de 30 mil personas y dejó a otras tantas en una situación dramática.

Las imágenes de las familias en las puertas de sus hogares, con el agua hasta las rodillas o la cintura se repetían desde los barrios periféricos de la capital santafesina hasta la localidad de Merlo, en el oeste del conurbano bonaerense, y desde la ciudad cordobesa de San Francisco hasta la zona costera de Diamante, en
Entre Ríos.

Las previsiones del Servicio Meteorológico Nacional indican que las condiciones climáticas podrían ser más favorables durante el fin de semana, aunque durante las primeras horas del lunes volverían a desmejorar con nuevas lluvias sobre el territorio afectado por las inundaciones.

De este modo, se espera aunque sea una breve tregua meteorológica luego de que, por ejemplo, la cantidad de lluvia caída sobre Santa Fe marcara un récord histórico y causara una catastrófica crecida del río Paraná.

De todos modos, el territorio más afectado en las últimas horas fue el santafesino, donde la crecida del río Paraná obligó a evacuar a más de 16 mil habitantes de la capital provincial y a más de 3 mil rosarinos, mientras que otras 30 mil personas vieron anegadas sus viviendas pero prefirieron no abandonarlas.

De hecho, en Rosario se registró la mayor tragedia de la jornada cuando una precaria vivienda ribereña se desbarrancó sobre el Paraná, causando la muerte de dos de sus habitantes.

Sin embargo, en Entre Ríos la situación también sigue siendo gravísima, con 10 mil damnificados en las ciudades de Paraná, Gualeguay, Gualeguaychú, el Departamento Islas, Victoria y Diamante.

La policía entrerriana busca intensamente en los alrededores de Paraná a un campesino sexagenario que lleva desaparecido más de 24 horas y que podría convertirse en la tercera víctima fatal que sufren los entrerrianos por el temporal y en la quinta a nivel nacional, si se toman en cuenta las dos personas fallecidas en
Rosario.

Con menos intensidad, las consecuencias del frente de tormentas que se presentó en el centro-este de la Argentina también dejó sus huellas en Córdoba, especialmente en la zona de San Francisco, donde 800 personas debieron dejar sus viviendas, corridas por el agua.

En el norte bonaerense (en toda la línea que corre junto al río Paraná) e, incluso la Capital Federal y el oeste Gran Buenos Aires, las aguas también causaron desbordes, obligando a evacuar a unas 200 personas y provocando varios inconvenientes en el tránsito.

Una de las principales consecuencias de las inundaciones fueron los numerosos inconvenientes causados en al menos una decena de rutas de la región.

Esto llevó a las autoridades del área a declarar la Emergencia Vial, pocas horas antes de que un puente de la Ruta 11, ubicado entre las ciudades santafesinas de Coronda y Arocena, se derrumbara por la crecida de los ríos.

De hecho, todo tipo de transporte de pasajeros o carga que debiera pasar la capital santafesina fue cancelado.

Estas complicaciones sobre gran parte del territorio nacional se produjeron en momentos en que más de dos millones de personas se aprestaban a viajar para disfrutar de un fin de semana largo, preámbulo de los feriados por Semana Santa.

La situación límite llevó a las autoridades nacionales a reaccionar y disponer el envío a las zonas afectadas de efectivos de Gendarmería, Prefectura y de Cascos Blancos, con la intención de colaborar con los damnificados en su reubicación y su
aprovisionamiento.

En tanto, en parroquias y casas de las provincias se puso en funcionamiento la convocatoria a la solidaridad de la gente para que se acerquen con alimentos no perecederos, ropas, pañales, mantas y otros objetos de primera necesidad.