Un total de 45 efectivos de la Policía Bonaerense acusados de varias irregularidades fueron declarados hoy prescindibles por el Ministerio de Seguridad Bonaerense.

Entre ellos, 28 comisarios.

Fueron expulsados de la fuerza en el marco de la reestructuración de la fuerza encarada desde abril de 2004.

Entre los efectivos declarados prescindibles figuran los ex jefes de la comisaría primera de Florencio Varela, que estaban a cargo el 10 de mayo de 2002, cuando se produjo la muerte por torturas de la joven Andrea Viera, quien fue detenida por averiguación de antecedentes tras un tiroteo en el que fue herido un policía.