Todavía hay 21.051 personas evacuadas en la ciudad de Santa Fe, distribuidas en 134 centros de alojamiento, según informó el Comité de Crisis del gobierno de la provincia.

Muchos de los evacuados regresan a sus hogares como consecuencia del escurrimiento de las aguas en los distintos barrios.

Por su parte, el gobernador Jorge Obeid estimó que en Rosario todavía permanecen evacuadas unas 2.000 personas y otras 9.000 serían las que están en esas mismas condiciones en el interior santafesino.

En lo que refiere estrictamente a la ciudad capital, hay 11 centros de evacuados menos que el domingo y, según estimaciones del Ministerio de Asuntos Hídricos, la mayoría de los barrios ya no tendrá agua en la noche de hoy.

De todas maneras, mucha de la información oficial contrasta con los innumerables reclamos de los vecinos inundados que desconfían de que sus calles queden secas en la presente jornada.

Otra de las preocupaciones es la altura de los ríos , principalmente del Salado. En ese sentido, en las últimas 24 horas descendió 33 centímetros (está en 5,95) a la altura del puente sobre la ruta provincial 70, en jurisdicción de Recreo, y bajó nueve centímetros (está en 6,27) en Santo Tomé. A su vez, el Paraná también experimentó una bajante de ocho centímetros en el Dique 2 del puerto local.

En Entre Ríos, tras más de 48 horas sin lluvias y aún con clima amenazante, hubo un relativo alivio para sus 18.000 evacuados, de los cuales 12.000 eran autoevacuados.

Gualeguay, la ciudad más castigada, continuaba con 9.000 evacuados, 6.000 de los cuales habían abandonado sus viviendas por medios propios, como consecuencia de las fuertes lluvias.

Cien kilómetros hacia el sudeste, Gualeguaychú, registraba un total de 4.000 evacuados, de los cuales la mitad eran autoevacuados que se refugiaron en casas de familiares y amigos.

Paraná, otro de los sitios afectados por las inundaciones, registraba más de 1.000 evacuados y autoevacuados y severos daños en la infraestructura vial y de servicios.

En la capital entrerriana, los daños superaban los 20.000.000 de pesos , dijo ayer su intendente, Julio Solanas, y el panorama presentaba barrios inundados, calles destrozadas por la fuerte correntada y desmoronamientos en la zona del Parque Urquiza, entre los problemas más complejos que dejó el temporal.