Unos 300 docentes se ubican en las adyacencias de la Casa de Gobierno de Neuquén y aseguran que ningún funcionario podrá salir a la vía pública.

Estos nuevos incidentes comenzaron en el momento que el gobernador, Jorge Sobisch, brindaba una conferencia de prensa dando su versión sobre los violentos hechos ocurridos ayer, que tuvo como saldo a uno de los maestros herido de gravedad.

Fuerzas de seguridad intentan dispersar a los manifestantes y evitar que los gremialistas ingresen a la sede gubernamental.

Activistas de izquierda con sus caras encapuchadas se sumaron a la protesta y arrojan piedras sobre la Casa de Gobierno. Los propios maestros intentan frenar los disturbios y se enfrentan a los revoltosos.

El mandatario provincial permanece sin poder salir de la sede donde brindó una conferencia de prensa.

Allí, admitió que dio la orden de montar el operativo policial que reprimió ayer los docentes en la ruta 22, y aclaró que fue con el propósito de "evitar el corte" de la carretera.

Además, dijo que el autor del disparo que impactó sobre Fuentealba "va a ser idenfiticado en las próximas horas entre dos o tres agentes antimotines de los 12 que participaron del operativo" y adelantó que "le va a caer todo el peso de la ley".

Consultado puntualmente sobre el accionar policial en los incidentes, Sobisch se negó a dar su opinión, dado que "está en plena investigación de la Justicia".

Todos los integrantes del gabinete del gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, pusieron hoy su renuncia a disposición del mandatario.

El gobernador señaló que analizará cada caso en particular antes de tomar alguna decisión, aunque consideró que el responsable principal por los incidentes es el policía que disparó contra un docente, quien actualmente se encuentra en estado de coma.

"Caeremos con todo el peso de la ley" contra quien disparó, señaló Sobisch durante una conferencia de prensa que ofrecía hoy en la Casa de Gobierno provincial, la que se vio interrumpida por los manifestantes.