La protesta de camioneros planeada en la Embajada de Brasil ya genera polémica.

El Gobierno salió a advertir que no permitirá cortes totales en las calles por las que pase la manifestación.

"No se puede cortar una avenida principal porque ponemos en riesgo, condenamos a sufrir al resto de la sociedad", dijo el ministro del Interior, Aníbal Fernández, quien añadió, que el reclamo "deberá hacerse ordenadamente, y sin complicaciones".

Los camioneros distribuidores de la Cervecería Quilmes y choferes de aguas gaseosas están de paro en protesta por la decisión de esa empresa de rescindir el contrato con una distribuidora, lo que según el gremio generará "la pérdida de 3.500 puestos de trabajo".

Como parte de la medida de fuerza, se movilizarán a las 10 a la sede diplomática brasileña, ubicada en Cerrito al 1.300 ya que Quilmes pertenece a ImBev, un consorcio con capitales belgas y brasileños.

La compañía desmintió la versión sindical: "No hay un solo puesto de trabajo comprometido por esta decisión, que es estrictamente empresarial. En diciembre nos comprometimos a mantener todas las fuentes de trabajo de la distribuidora, a la cual le hemos comunicado nuestra decisión de rescindir el contrato con 12 meses de anticipación", dijeron fuentes de la compañía.