El gobernador Jorge Sobisch desplazó hoy a cinco funcionarios provinciales cuestionados luego de la represión policial que desembocó en la muerte del docente Carlos Fuentealba y prepara una reforma política profunda.

De este modo, Sobisch buscó pasar a la ofensiva y oxigenar su gabinete en medio de la crisis que sacude a su gobierno desde el jueves pasado cuando la policía desalojó violentamente la ruta 22 que era bloqueada por docentes.

Sobisch aceptó la renuncia de los ministros de Justicia y Trabajo, Susana Arévalo, y de Empresas Públicas, Alfredo Estévez -quien se encontraba a cargo de Educación-; del subsecretario de Seguridad, Raúl Pascuarelli; del jefe de Policía, Carlos Zalazar, y del subjefe de la fuerza, Moisés Soto.

Además, según se informó oficialmente, el gobernador prevé disolver la Jefatura de Gabinete y los Ministerios de Educación y de Justicia, que pasarán al nivel de secretarías y dependerán del futuro Ministerio de Gobierno.

Esa cartera quedará en manos del actual jefe de Gabinete, Jorge Lara, quien concentrará el poder sobre Educación, Justicia y Seguridad y quedará así al frente de las próximas negociaciones salariales con los maestros.

Para ello la Legislatura debe aprobar cambios en la Ley de Ministerios que propondrá el gobernador.

Hasta que esos cambios se efectivicen, Lara quedará al frente de tres ministerios: uno que ya conducía y los dos que hoy quedaron acéfalos, según un decreto firmado hoy por Sobisch.

El jefe de Gabinete, un dirigente del MPN de perfil duro pero con reconocidas dotes de negociador, es la mano derecha del gobernador neuquino.

La salida de los ministros Arévalo y Estévez -a cargo de Educación debido a la enfermedad del ministro Mario Ever Morán- había sido uno de los pricipales reclamos de los docentes en la masiva marcha que ayer repudió la represión en la provincia.

Por otra parte, los maestros debatían esta tarde la posibilidad de levantar los cortes en los puentes Neuquén-Cipolleti y Centenario-Cinco Saltos, aunque se prevé que la protesta con carpas frente a la Casa de Gobierno continuará.

La Policía, en tanto, también fue depurada y quedará en manos de los comisarios generales Juan Rolando Figueroa -como Jefe- y Juan Carlos Lepen -como Subjefe-, quienes hasta la fecha ocupaban la Dirección de Asuntos Internos y la Superintendencia de Investigaciones, respectivamente.

Todos los funcionarios desplazados habían puesto su renuncia a disposición del gobernador cinco días atrás, luego del episodio de represión policial sobre la ruta 22 que provocó la muerte del profesor Fuentealba.