La alimenticia Molinos manifestó hoy su "sorpresa" por la decisión del municipio santafesino de San Lorenzo de trabarle la puesta en marcha de una turbina de
generación de energía en su planta de molienda de soja, que ya estaba aprobada y en la cual se invirtieron 10 millones de dólares.

Desde la empresa, su gerente de Comunicaciones, Horacio Aranguren, explicó que "este proyecto permitirá no sólo asegurar el abastecimiento de la planta, sino también liberar de la red un consumo superior a los 18 millones de kilovatios mensuales,
equivalente al consumo de 72.000 hogares o 300.000 habitantes".

Aranguren señaló que con la puesta en marcha de esa obra la empresa provincial de energía "podrá redestinar recursos a mejorar la calidad y la cantidad de energía eléctrica disponible para uso residencial de la comunidad local".

El municipio ordenó suspender las obras luego de que algunos vecinos se quejaron por los ruidos que se realizaban con las pruebas de funcionamiento de la turbina.

Pero Aranguren explicó que esos ruidos obedecían a las pruebas de venteo de vapor de agua inocuo previas a la puesta en marcha, que apenas durarían 10 minutos, tres veces por día, durante dos días.

"Algunos vecinos se quejaron y el municipio tomó esta medida, que traba todas las operaciones", señaló Aranguren a NA.

El vocero de Molinos dijo que "teniendo en cuenta que Molinos obtuvo las habilitaciones correspondientes a nivel provincial para el desarrollo de la obra, la decisión del ente municipal pone en riesgo la puesta en marcha de la turbina, dado que no podrá efectivizarse sin concluir con las pruebas requeridas por el
proveedor internacional", que es Siemens.

Explicó, además, que estas pruebas "se tratan de liberación de vapor de agua inocuo y breves períodos de ruidos extraordinarios, como de avión, sin impacto ambiental, y sobre los cuales ya había sido alertada la comunidad y las asociaciones vecinales habían dado su acuerdo".

Esta obra complementa las ya realizadas por la compañía en Planta San Lorenzo en los últimos años por alrededor de 120 millones de dólares, que incluyen la ampliación de la capacidad de molienda y la construcción del Puerto de San Benito.