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29 de marzo de 2024
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Grúas, entre el abuso y el descontrol
Son uno de los más grandes negocios que ningún jefe de Gobierno se atrevió a tocar: una máquina de hacer dinero fácil sin derecho a reclamo
30 de mayo de 2015
Desde hace 14 años, ningún jefe de Gobierno porteño se animó a meter las narices en el abusivo negocio de las grúas que se cansan de levantar autos en la Ciudad de Buenos Aires, muchas veces en lugares que no correspondería hacerlo, con el sólo afán de recaudar millones que nadie controla.

Sólo durante el Gobierno de Mauricio Macri, el negocio de las grúas recaudó casi $ 190 millones, mientras pagan un canon irrisorio de $ 30 mil mensuales, y son un oligopolio de dos empresas.

Al menos por algunos meses, el servicio de grúas seguirá en manos de Dakota-STO y BRD-SEC, las dos empresas que prestan servicio desde los tiempos en que Carlos Grosso -el inventor del "negocio"- era intendente y que tienen sus contratos vencidos desde hace 14 años.

Como ocurre con el de los taxis, el negocio de las grúas y los parquímetros es el más beneficiado por el macrismo, en perjuicio de los millones de automovilistas que circulan por la Ciudad mensualmente y son rehenes muchas veces de abusos y trampas que los obligan a pagar más de $ 1.000 entre acarreo y multa.

El negocio también le viene como anillo al dedo a las playas de estacionamiento, socios no declarados de esta máquina de facturar, que recientemente fueron aún más beneficiadas por una disposición que dispone cobrar por hora completa y no por fracción.

El Gobierno porteño acaba de prorrogar -una vez más- la licitación para volver a concesionar el servicio y la apertura de sobres se hará el 24 de julio, recién después de las elecciones del 5 de julio para jefe de Gobierno de la Ciudad.

Sectores de la oposición sospechan que el negocio detrás de las grúas financia parte de la campaña electoral, y que algo similar ocurre con el gremio de los taxistas, curiosamente beneficiado por ajustes tarifarios que le ganan lejos a la inflación del INDEC.

Aquí también hay un socio no declarado: las pocas empresas encargadas de ajustar los taxímetros, que presionan para que los ajustes se apliquen varias veces al año porque cada vez que tocan la tarifa cobran por el servicio.

La nueva prórroga de los leoninos contratos con las empresas de grúas de acarreo fue denunciada por el auditor general de la Ciudad, Eduardo Epszteyn.

“Tal como habíamos anticipado, hasta el 24 de julio, justo después de la elecciones, no habrá licitación para que se regule la concesión del servicio de acarreo en la Ciudad. Macri volvió a dejar caer el llamado a concurso y el escandaloso negocio de las empresas que manejan las grúas seguirá operando, totalmente fuera de lo que dicta la ley. Con una nueva resolución, el subsecretario de Transporte de la Ciudad, Guillermo Dietrich, garantizó la continuidad de las empresas luego de ser seriamente cuestionadas por la cantidad de dinero que recaudan y las irregularidades de sus contrataciones”, alertó Epszteyn.

El auditor porteño recordó que por la ley 4003 de 2011, el servicio de parquímetros y acarreo debía volver a manos del Gobierno de la Ciudad si no se cumplían los plazos para el llamado a licitación. Pero esto jamás ocurrió y las grúas siguen a cargo de las mismas empresas de siempre.

“Dakota S.A y BRD seguirán ganando fortunas –denunció Epszteyn–. Durante los primeros tres meses del año, cada empresa se llevó alrededor de $ 11 millones. Desde el comienzo de la gestión del Pro, estas empresas ya llevan recaudados más de $ 186 millones”.

Encima, cuando entren en vigencia los nuevos contratos habrá que pagar para estacionar en el 45% de las 24.437 cuadras que hay en la Ciudad, cuando en la actualidad sólo hay 8.000 lugares de estacionamiento medido. El sistema de parquímetros funcionará de lunes a viernes de 8 a 20 y los sábados de 9 a 13. Se podrá pagar a través de teléfonos celulares y con tarjetas de crédito y débito. Toda una sofisticación para un negocio "redondo" como las fichas que se utilizan en la actualidad.

Las tarifas, que aún no fueron definidas, serán diferenciadas: la mayoría de las cuadras contarán con tarifa simple, pero en otras irá aumentando por cada hora que se deje estacionado el vehículo, mediante un sistema de tarifas progresivas, otra sofisticación.

En las avenidas y centros barriales se implementará la Progresiva 1 y los residentes pagarán la mitad, y en las calles aledañas a esas zonas se aplicará la Progresiva 2, más barata y con estacionamiento gratuito para los vecinos.

Además, las grúas llegarán a los barrios. El servicio de acarreo y de parquímetros será prestado por cinco empresas. Cada una tendrá a cargo una zona y cobrará un monto por su tarea. Tanto Dakota como BRD, las concesionarias actuales, podrán presentarse a la licitación.

En fin, un calvario cotidiano para los automovilistas, cuyo destino parece ser financiar la maquinaria de la política.