26 de abril de 2024
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Un paro en Bolivía amenaza el envío de gas a la Argentina
Una protesta en zonas ricas en hidrocarburos de ese país puede provocar la suspensión del envío de ese fluido
17 de abril de 2007
las bajas temperaturas.
Los pobladores de la localidad |boliviana de Yacuiba amenazaron con la toma de una planta de bombeo de gas en el sur del país, y advirtieron su intención de cortar el suministro de gas.
Luis Alberto Jiménez, presidente del comité de movilizaciones de Yacuiba, afirmó que un grupo de pobladores decidió "la toma de la planta de Trasredes (filial de Shell) para el cierre de válvulas, y cortar el suministro de gas a la Argentina".
La protesta incluye el cierre de la frontera con la Argentina y el bloqueo de carreteras en Yacuiba, Caraparí, Villamontes y Campo Pajoso, además de una masiva huelga de hambre.
"Hemos mandado una nota a la empresa para que deje de exportar gas por una decisión del pueblo. No debe salir ni una molécula de gas", dijo Jiménez.
El conflicto se originó porque ni el gobierno ni la prefectura de Tarija resuelven una pugna de límites geográficos entre las provincias Gran Chaco y O’Connor, disputa que incluye la posesión del rico campo "Margarita", ubicado en el cantón Chimeo que, por
ahora, pertenece a la segunda provincia.
Los pobladores de Gran Chaco también amenazaron con la toma de "Margarita", uno de los campos gasíferos más ricos de Bolivia, cuyas reservas alcanzan a 15 trillones de metros cúbicos de gas y que es operado por Repsol-YPF.
La provincia que se quede con ese cantón percibirá el 45 por ciento (unos 100 millones de dólares por año) de las regalías a los departamentos productores, como establece la nueva Ley de Hidrocarburos para las regiones productoras.
Militares bolivianos resguardan desde el lunes el yacimiento de gas "Margarita", ante la amenaza de pobladores del sur de Bolivia con la toma de ese campo y de otras instalaciones petroleras.
El gobierno boliviano intentaba negociar con los trabajadores que cortan rutas en la provincia del Gran Chaco, departamento de Tarija, desde donde también se envía ese fluido a Brasil.
Un enviado del presidente Evo Morales, el ministro de la Presidencia, Ramón Quintana, intentaba calmar las aguas en la zona.
El corte de rutas colapsó el tráfico en la frontera de Bolivia con Argentina y Paraguay, donde desde el lunes se encuentran detenidos unos mil vehículos, entre ellos decenas de acoplados cisterna con miles de litros de diesel de importación destinados
al pujante mercado del agropecuario oriente boliviano.
Ante la situación de convulsión, el Ejército empezó a custodiar plantas, campos, estaciones de bombeo y válvulas en esa región.
"Las empresas, ductos, plantas y pozos siguen bajo producción y protección de las Fuerzas Armadas", dijo el vicepresidente Alvaro García Linera.