Las delegaciones de la Argentina y Uruguay que están en Madrid darán inicio a las reuniones formales para empezar a destrabar el conflicto por la papelera Botnia.

Funcionarios de ambos países fueron recibidos esta mañana por el rey Juan Carlos I, anfitrión y encargado de encauzar las negociaciones a pedido del presidente Néstor Kirchner.

Tras el encuentro, al que no tuvo acceso la prensa, los representantes de los gobiernos se trasladaron a la Quinta del Pardo, ubicada en las cercanías del Palacio del rey.

Allí continuarán las reuniones, a las que se sumarán el resto de los funcionarios que componen las delegaciones: los embajadores y las secretarias de Medio Ambiente, Romina Picolotti, por la Argentina, y Alicia Torres, por Uruguay; la secretaria legal de la Cancillería, Susana Ruiz Cerutti, y los jefes de gabinete de las cancillerías, José Luis Cancella y Alberto D Aloto.

Las posturas en conflicto que a partir de hoy se pondrán sobre la mesa son conocidas: la Argentina insistirá en que Uruguay violó el tratado del Río Uruguay al haber autorizado unilateralmente la instalación de la pastera. Justamente, ese es el argumento con el que llevó el caso a la Corte de La Haya, que analiza la controversia y que recién emitirá un fallo definitivo el año próximo.

La delegación nacional también volverá a reclamar en reclamar que la planta sea relocalizada, tal como pretenden los asambleístas de Gualeguaychú que volvieron a cortar la ruta hace.

Esto último parece lo menos factible, sobre todo porque Botnia ya anunció que comenzará a producir pasta de celulosa en septiembre próximo.

Uruguay, por su parte, volverá a pedir que se levanten los cortes de ruta como condición necesaria para comenzar a dialogar. En este contexto, reiterará, esta vez con Yáñez Barnuevo como testigo, su propuesta de realizar un monitoreo conjunto de la planta una vez que esté funcionando.

Frente a estas posiciones, a primera vista irreconciliables, la expectativa está concentrada en lo que el emisario del rey tenga para decir sobre las conversaciones que mantuvo con las autoridades de Botnia. Hasta ahora la empresa demostró que se mantendrá firme en su decisión de empezar a funcionar, pero no se descarta que haya hecho alguna propuesta al español.