El conflicto docente en Santa Cruz parece no alcanzar aún un camino de solución, ya que los maestros ratificaron hoy una medida de fuerza para los cinco días
hábiles de la próxima semana, luego de que el Gobierno dictara una conciliación obligatoria y luego se retractara.

En el lapso de tres horas, la administración de Carlos Sancho llamó a conciliación obligatoria al gremio docente, anuló la medida y luego removió de su cargo a la funcionaria que la había dictado.

A través de la disposición 350/07, la Subsecretaría de Trabajo local había lanzado la convocaria a la Asociación de Docentes de Santa Cruz (Adosac), basándose en la "responsabilidad del Estado de garantizar el servicio de educación".

La notificación llegó al gremio, en el mismo momento en que se desarrollaba un Congreso provincial para determinar las medidas a seguir durante la próxima semana, donde se incluía el paro por cinco días.

Sin embargo, 180 minutos despúes, el Gobierno les informó que la disposición 351/07 de la Subsecretaría de Trabajo había anulado la resolución anterior.

En los considerandos, el firmante, Fernando Mangione, subsecretario de Interior, indicó que por decreto 1000/07 estaba a partir de ese momento al mando de la subsecretaría de Trabajo, desplazando así, a la entonces funcionaria a cargo, Elsa Capuchinelli.

Ante esto, los docentes expresaron en conferencia de prensa que lo sucedido era "un mamarracho" y una muestra más "del desgobierno y la inutilidad en el que están sumidas las autoridades provinciales".

Agregaron: "Ratificamos las medidas que habían sido adoptadas previo a este hecho, por lo cual la próxima semana habrán cinco días de paro".

En tanto, llamaron a toda la comunidad "a sumarse a un cacerolazo" frente a la carpa docente instalada frente a la Gobernación santacruceña.

La conciliación obligatoria había resultado sorpresiva, ya que desde un principio la estrategia de la provincia había sido apostar al "desgaste" de la medida de los educadores.

Más temprano, los manifestantes que acampaban frente a la Gobernación se vieron sorprendidos por la llegada de un camión con operarios que, bajo la atenta custodia policial, levantaron una valla de 2 metros de altura, frente a las puertas del edificio.

Lejos de enfurecerse, los docentes aprovecharon la presencia del vallado para colgar sobre él, las pancartas y banderas con sus reclamos.

Durante toda la jornada hubo gestos de acercamiento de distintos sectores de la sociedad, que llegaron a la carpa para darle aliento a los manifestantes.