Varios ex ejecutivos del Banco Mundial, nucleados en el Grupo Independiente de Evaluación (IEG por sus siglas en inglés), instaron a Paul Wolfowitz a renunciar a la presidencia, luego de advertir que sus acciones ponen en peligro la capacidad de la institución de cumplir sus funciones para el desarrollo de sus miembros.

Los 42 altos ejecutivos escribieron una carta al diario Financial Times, publicada hoy, donde instan a Wolfowitz a renunciar a la presidencia por el bien del banco, tras una controversia sobre un ascenso para su novia.

"Creemos que ya no puede ser un líder efectivo", dijo la carta firmada entre otros por Shengman Zhang, el ex número dos del Banco Mundial bajo Wolfowitz.

"El perdió la confianza y el respeto del personal del banco en todos los niveles, provocó una disputa entre los gerentes más experimentados, desarrolló relaciones tensas con la junta, dañó su propia credibilidad de buena gobernabilidad -su consigna bandera- y alienó a algunos aportantes clave en un momento en que el apoyo de ellos es esencial para una exitosa recaudación de recursos necesarios para ayudar a los países más pobres, especialmente en Africa", dijo la carta.

La misiva concluyó en que "sólo hay una manera en que Wolfowitz pueda profundizar su misión en el banco: debería renunciar".

Incrementando la presión sobre Wolfowitz, ex asistente al secretario de Defensa que ayudó en los planes estadounidenses que llevaron a la invasión de Irak, el IEG emitió un duro comunicado que fue publicado en la página web del Financial Times .

El periódico dijo que el "comunicado formal" sería considerado esta semana por la junta del Banco Mundial.

"La institución está en una crítica encrucijada, donde el desarrollo de su efectividad ha sido puesta en peligro por graves problemas de gobernabilidad que recientemente salieron a la luz", dijo el IEG. "Una resolución apropiada y rápida de este problema es vital para la continuación de la efectividad de la organización para el desarrollo".

El grupo que vigila el desempeño del banco advirtió que "la reciente cadena de eventos eleva las preocupaciones en este respecto. Las indicaciones son que la capacidad del personal -particularmente de aquellos que trabajan con países clientes- para la interacción diaria con los clientes, así como la capacidad de la institución en convocar a los socios, se están erosionando. La confianza se está dañando".

El IEG aconsejó "cambios rápidos en la administración y un esfuerzo concertado para restaurar la credibilidad", según el comunicado fechado el 20 de abril y dirigido a la junta de directores ejecutivos.

Algunas fuentes dijeron a la agencia inglesa Reuters que la suerte de Wolfowitz será determinada esta semana, cuando un comité del banco que revisa la promoción de Shaha Riza, una empleada del banco transferida a un puesto fuera de la institución debido a su relación con Wolfowitz, informe si el presidente del Banco Mundial abusó de su posición o cometió un lapsus ético.

Los representantes del cuerpo de personal del Banco Mundial exigen que el jefe de la institución renuncie. La semana pasada, uno de sus dos asistentes le dijo que debería renunciar por el bien del banco.