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25 de abril de 2024
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Prisión ejemplar para un padre violador y torturador
Es un hombre que abusó sexualmente y torturó a sus dos hijas de 11 y 13 años. Es la primera vez que la Justicia argentina falla en serio por este aberrante crimen
23 de abril de 2007
Un hombre que violó y torturó a sus hijas de 11 y 13 años fue condenado hoy a 36 años de prisión, en un fallo ejemplar dictado por un tribunal oral del partido
bonaerense de San Martín.

El Tribunal Oral 7, integrado por los jueces José Angel Marinaro, Eduardo Frato y Juan Agustín De Strada, condenó a José Luis Arévalo a 37 años de prisión, por haber violado en reiteradas ocasiones a sus dos hijas.

Tras escuchar el fallo, el imputado, de 41 años, sólo balbuceó: "Pero voy a pasar toda mi vida adentro...".

La fiscal Ana Armeta había pedido 34 años de reclusión, pero el tribunal decidió subir dos años más a la condena solicitada.

Arévalo fue condenado por los delitos de "abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y su comisión con arma de fuego".

Las violaciones contra las menores se registraron entre diciembre de 2003 y 2004, en la casa donde vivía la familia, en la localidad de Tortuguitas.

Luego de la sentencia, la fiscal señaló que las menores "sufrieron serias secuelas" de lo ocurrido.

Asimismo, Armeta indicó que el monto de la pena es "inédito visto desde el punto de vista de abuso sexual intrafamiliar", aunque aclaró que ya se habían dado condenas superiores a los 30 años para casos de violadores seriales sin vínculo familiar con
las víctimas.

El tribunal pudo comprobar que Arévalo no solo abusó sexualmente de sus hijas, sino que les produjo daños psíquicos y psicológicos, las torturó con espasmos de corriente eléctrica y las cortó con cuchillos.

"Lo que se tuvo en cuenta principalmente fue el relato de las dos menores y el apoyo psicológico en cuanto a que no presentaban indicios de fabulación, eran veraces sus dichos y había prueba contundente en cuanto a lo referente de la violencia de la que eran víctimas", señaló.

En tanto, durante la instrucción, Arévalo dijo que todo era mentira y que su ex esposa había inventado las violaciones para perjudicarlo, algo que el tribunal oral no creyó.

Una de las menores abusada está siendo tratada en un centro especializado en violencia y abuso sexual.