Los choferes de la línea 60 de colectivos continuarán con el paro por tiempo indeterminado que comenzaron este viernes, tras la muerte de un compañero operario de taller que perdió la vida al ser aplastado por una unidad en la terminal del barrio porteño de Barracas.

El delegado Néstor Marcolín dijo que continuarán durante el fin de semana con las medidas de fuerza porque "no están dadas las condiciones para seguir trabajando".

"Cómo salimos a trabajar así, se murió un compañero", agregó. Es por esto que los trabajadores continuarán en asamblea permanente.

Marcolín explicó que aún no tuvieron respuestas ni de la empresa, no del Ministerio de Trabajo ni de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo.

Los trabajadores denunciaron a la empresa por "generar incidentes en el marco de la medida de fuerza".

"La empresa mandó a un provocador a retirar una unidad de esta terminal y no se lo permitimos. Eso fue lo que pasó", dijo a Télam Miguel Álvarez, delegado, en relación a una maniobra que definió "como usual de la empresa DOTA, perteneciente al monopolio Microómnibus Norte S.A".

El delegado explicó que los incidentes empezaron cuando nos dimos cuenta que "una persona pretendió llevarse una unidad de la flota de colectivos que están estacionados en esta terminal. La idea es culpar a los trabajadores por la falta del vehículo" en el marco del paro que dispuso el cuerpo de delegados.

La tragedia ocurrió cerca de las 11, en el taller de la cabecera de Barracas, ubicado en Santa María y Lujan, cuando un empleado que realizaba trabajos de mantenimiento eléctrico en las unidades de transporte perdió la vida al ser aplastado por un colectivo al fallar un elevador.

El obrero, de nombre David Ramallo, de 35 años, sufrió heridas severas y fue trasladado de urgencia al Hospital Pena, pero no pudo sobrevivir por la graves lesiones recibidas.

El cuerpo de delegados ya venía denunciando a la empresa por las malas condiciones de los elementos de trabajo.