El Gobierno bonaerense no limitará las huelgas que puedan realizar los docentes, a pesar de que el propio gobernador Felipe Solá había defendido la posibilidad, ya que el proyecto de ley de paritarias para el sector docente está definido y no considerará a la educación como un "servicio esencial".

Solá anticipó que el proyecto ingresará en las próximas horas a la Legislatura y según confirmó, en el artículo 18 de la iniciativa oficial quedará puntualmente aclarado que la educación "no es un servicio esencial".

"Hubo una discusión muy fuerte y yo decidí no eternizarnos en un debate, si no, no se pueden hacer cambios en educación", explicó.

Ocurre que el Frente Gremial Docente (integrado por la FEB y el Suteba) rechazaba la posibilidad de que la educación pudiera ser considerada servicio esencial, una categorización que abría la puerta a que la Provincia pudiera frenar medidas de fuerza cuando el conflicto se extendiera en el tiempo.

"La palabra esencial tiene una connotación gremial y de marco laboral que afectaría a los docentes", dijo anoche Solá en La Plata, despejando así del horizonte la posibilidad de un nuevo conflicto con los maestros, que habían amenazado con aplicar protestas en caso de que el Ejecutivo provincial avanzara con la idea de restringir los paros.

Las declaraciones de Solá fueron realizadas tras ponerse en marcha el denominado Plan Provincial de Consulta sobre la nueva Ley Nacional de Educación que, con la participación de al menos 2 millones de habitantes, "garantizará el debate plural y profundo sobre las necesidades educativas en el territorio bonaerense", se indicó en el diario El Día de esta ciudad.

Según se informó, durante todo este mes se consultará a los habitantes de la Provincia sobre las propuestas que debe contemplar una Ley Nacional de Educación, y al término del proceso se producirán documentos regionales que pasarán a formar parte de los insumos para el documento final de la provincia de Buenos Aires. En él se sintetizarán todos los aportes, acuerdos y temas con posturas diferenciadas, así como las propuestas presentadas.

Al presentar el plan de consulta, Solá expresó que "si no nos animamos, arriesgándonos a cambiar algunas cuestiones en la Ley de Educación, no vamos a lograr resultados diferentes. Con esta nueva ley, no queremos legitimar lo que ya existe".

En ese sentido, el gobernador señaló su pretensión de que "el pueblo asuma como necesario el cambio en la educación", porque "ese cambio va a generar modificaciones en la escuela y en la forma en que los chicos reciben la enseñanza".