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23 de abril de 2024
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Reclamo: "que se vayan todos"
La gente marchó por el centro de la capital para repudiar el accionar de la Gendarmería Nacional en la provincia. Sube la tensión con el gobierno de Kirchner
8 de mayo de 2007
Unas seis mil personas marcharon y se concentraron hoy en el centro de esta ciudad, donde reclamaron "que se vayan todos" y expresaron su repudio al accionar de la
Gendarmería Nacional presente en Santa Cruz.

Durante un acto, organizado en el centro de Río Gallegos, la Asociación de Abogados de la provincia anunció la presentación formal de un pedido para que se inicie el juicio político contra el gobernador Carlos Sancho y para que se adelanten las elecciones.

"Que se vayan todos, que no quede ni uno solo", fue el grito que unificó las voces de casi seis mil personas que marcharon por las calles céntricas de Río Gallegos para protagonizar luego un "cabildo abierto" en la intersección de las principales avenidas
de la ciudad, Julio Argentino Roca y San Martín.

En la lista de oradores -en la que estuvieron representantes de los gremios de la Mesa de Unidad Sindical- se destacaron el representante del obispo Juan Carlos Romanin, el padre Carlos Angel, y también autoridades de la Asociación de Abogados de Río
Gallegos, que realizó la presentación a la Cámara de Diputados delpedido de juicio político al gobernador Sancho.

El pedido de procesamiento contra el mandatario se basa en el supuesto "incumplimiento de los deberes a su cargo", mientras que la solicitud de adelantamiento de las elecciones provinciales tiene como eje el reclamo de "que sean los ciudadanos
santacruceños quienes elijan a sus gobernantes".

El planteo del "cabildo abierto" fue explicado por el abogado Dino Zafranni, quién acusó al presidente Néstor Kirchner de "absolutista" y denunció que "la Nación ha quitado la soberanía provincial".

"En Santa Cruz hemos perdido el miedo en el que vivimos por más de 15 años. Le hemos dicho basta. No tenemos más miedo", sostuvo Zafranni durante su discurso.

Por su parte, el padre Angel -quien se presentó "en nombre del obispo y de la Iglesia Diocesana"- repudió los hechos de violencia ocurridos en la madrugada y desligó a los docentes de los incidentes.

"Es muy importante tener en cuenta quiénes son los que provocan esta violencia. Somos pastores, conocemos la gente que vive en Santa Cruz y sabemos que no es gente violenta", sostuvo el vicario.

En tanto, los docentes ratificaron su vocación de seguir luchando por lo que aseguran "es un reclamo justo" y rechazaron los dichos del Presidente, quien los calificó de "cobardes" y "patoteros".

"Nosotros andamos con la cara descubierta y sin palos en la mano, señaló Francisco Sevilla, dirigente de la Adosac.