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26 de abril de 2024
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Sigue el paro de subtes
No funcionan las líneas ni el Premetro. Se complica el regreso a casa por el caos vehicular y la saturación de colectivos. El gobierno no puede frenar el conflicto
17 de mayo de 2007
El paro en las cinco líneas de subterráneo y en el Premetro continuaba, lo que generaba serias demoras en el tránsito, ya que colectivos, taxis y remises se encontraban colapsados.

A pesar de que la empresa Metrovías informó que la línea A de subterráneos había comenzado a funcionar con un cronograma de emergencia y en forma gratuita, las formaciones no corren.

Voceros de Metrovías habían señalado que desde las 15.20 personal jerárquico corría los trenes aunque no cumplían con el diagrama habitual dado el paro de los trabajadores.

Sin embargo, delegados de la línea A informaron que los trenes continuaban parados y que las versiones lanzadas por la empresa no se correspondían con la realidad, versión que terminó resultando cierta.

Esta tarde, la medida de fuerza, que se cumple por 24 horas, provoca las mismas dificultades para circular por la ciudad que las de esta mañana con dificultades para conseguir taxis o remises y la sobresaturación de los colectivos, con largas filas de espera en las paradas.

Por la mañana, las dársenas de los ómnibus en la Plaza Constitución y sobre la avenida Ramos Mejía en Retiro, desbordaban de pasajeros que miraban el reloj secuencialmente con la ilusión de no llegar tarde, lo que significa para muchos, no perder el presentismo.

"Yo estoy llegando tarde a mi trabajo y tengo miedo de perderlo. Las demoras del tren y la falta de subtes nos perjudican a nosotros, los trabajadores", dijo en Constitución un usuario.

El cuadro en Chacarita, donde tiene su terminal la línea Urquiza del ferrocarril, fue similar. Pero la situación también golpeó a quienes llegan desde las cabeceras de las cinco líneas de subte y del Premetro.

El chofer de un colectivo que hace el trayecto entre Aldo Bonzi y Retiro optó por abrir las puertas traseras sin exigir a los pasajeros que saquen boleto -arriesgándose a una sanción- y puedan llegar al trabajo o la escuela.

El colectivero que lo había precedido el recorrido había obviado varias paradas porque en el vehículo ya no contaba ni con un centímetro libre.