Con la difusión del trastorno por déficit de atención (conocido como ADD) en los niños, los especialistas notaron una sobrediagnosticación de estos casos que puede ser errónea.

Los médicos detallaron que hay tres síntomas esenciales para diagnosticar la enfermedad: la deficiencia de atención (dificultad para concentrarse), la hiperactividad (hiperquinesia, exceso de movimiento) y la impulsividad (pasar al acto fácilmente, sin pensar).

Estas son algunas de las características que estos niños suelen desarrollar y ,pese a que "no es necesario" que estén las tres, la primera sí es determinante.

"Torpeza motora, olvidos, dificultad para organizar cosas o falta de rendimiento académico", son los síntomas que suelen acompañar a los recién mencionados y que harán que el niño no prospere en el estudio, así como también tenga problemas de conducta.

Los expertos remarcaron que "la característica más destacable es la hiperquinesia", al tiempo que aseguraron que no es que en la actualidad haya más niños que padezcan este trastorno, sino que fue a partir de la década del 90 cuando comenzó a tomarse conciencia de su prevalencia y diagnosticarse más frecuentemente.

Así es que hay muchos chicos que, sin serlo, están medicados por ADD.

El ADD es un trastorno neurobiológico basado en una disfunción del Sistema Nervioso Central, que está asentada en el lóbulo pre frontal del cerebro.

Si no se trata adecuadamente trae consecuencias psicológicas: el niño llega a sentirse inútil, baja su autoestima, se compara con los compañeritos y pierde la motivación para hacer sus actividades.