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19 de abril de 2024
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Tras el caos, bancos abren este fin de semana para pagar sólo a jubilados
Como era obvio, las largas filas este viernes desbordaron todo, con colas de más de 10 cuadras exponiendo al contagio a miles de personas vulnerables en medio del frío
3 de abril de 2020
Tras el primer error de alto calibre cometido por el gobierno de Alberto Fernández en medio de la pandemia de coronavirus puede terminar provocando una catástrofe sanitaria en la Argentina, los bancos abren este fin de semana, de 10 a 17, pero sólo para pagar a jubilados y pensionados.

Con colas que superaron las 10 cuadras, jubilados muertos de frío -literalmente al menos en un caso- tratándose de cubrir con bufandas, y otras escenas casi dantescas, tal como se esperaba la apertura de bancos para que abuelos y beneficiarios de la AUH cobren el subsidio de $ 10.000 resultó en un caos que puede llegar a provocar todos los contagios -y más- que se habían buscado evitar con la estricta cuarentena domiciliaria implementada el 20 de marzo último.

Ante este desmadre, las entidades financieras deberán abrir sus casas operativas este fin de semana, 4 y 5 de abril, para la atención de clientes que sean beneficiarios de haberes previsionales y pensiones integrantes del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), y no cuenten con tarjeta de débito.

El esquema se definió en la reunión que encabezó el presidente Alberto Fernández mantuvo con el titular del Banco Central, Miguel Pesce, y el director ejecutivo de la Anses, Alejandro Vanoli, en la residencia de Olivos, tras el caos en las sucursales.

Esa cumbre se organizó de manera urgente ante la dramática situación que se generó desde temprano por las masivas concentraciones de jubilados, pensionados y beneficiarios de las asignaciones familiares en los ingresos de los bancos.
El aglutinamiento de personas desató el enojo del presidente, quien temprano se comunicó con el titular del Central para pedirle que se instrumenten medidas para evitar esa situación en medio de la pandemia del Covid-19.

Por la situación, salieron a la luz internas en el Gobierno nacional y las tensiones entre el Central y el gremio de La Bancaria, donde se desligaron de lo sucedido y advirtieron: "Nosotros advertimos que esto iba a pasar".
Ahora, tras el cónclave en Olivos, se dispuso que las entidades bancarias atenderán a partir del sábado 4 de abril ampliando su horario de 10 a 17, exclusivamente a jubilados y pensionados por ventanilla, según la terminación de los DNI.

Se aclaró que a partir del lunes 13 de abril, se continuará con el cronograma de pagos que anunció previamente la Anses y que a partir de ahora el Ingreso Federal de Emergencia (IFE) sólo se cobra en cajeros automáticos.

Además, desde el Banco Central se indicó que se iniciaron acciones sumarias a las entidades financieras que no han prestado el servicio acorde a las circunstancias.

Las fechas, según la terminación de DNI:

Pendientes de cobro de marzo y jubilaciones no contributivas

​Sábado 4 de abril - 0 y 1

Domingo 5 de abril - 2 y 3

Lunes 6 de abril - 4 y 5 Martes

7 de abril - 6, 7, 8 y 9

Beneficios correspondientes al abril

Lunes 6 de abril - 4 y 5

Pensiones no contributivas

Lunes 6 de abril - 4 y 5 Pensiones no contributivas

Martes 7 de abril - 6, 7, 8 y 9 Pensiones no contributivas

Miércoles 8 de abril - 0 Jubilaciones y Pensiones contributivas menores a 17.859 pesos

También alcanza a beneficiarios de prestaciones, planes o programas de ayuda abonados por la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), segun estableció la Comunicación A 6951 emitida por el Banco Central.

Un día de caos

Acampes de madrugada con sillas plegables para buscar un momento de descanso, bufandas como barbijos improvisados y filas interminables en medio del primer frío del otoño en las que dominaron las quejas. Así se vivió en los bancos el primer día para cobrar jubilaciones y planes sociales.

Después de dos semanas de aislamiento social por el coronavirus​, las imágenes dejaron la sensación de que mucho de lo que se hizo hasta ahora se rompió esta mañana. Y quizá por eso, y para evitar más amontonamientos de gente, se anunció que los bancos volverán a abrir sábado y domingo.​La preocupación nace a raíz de la gran cantidad de gente mayor de 60 años que tuvo que salir a las calles. Se sabe, todas ellas están dentro del grupo de riesgo de contagio del COVID-19. Muchos venían respetando el confinamiento decretado por el Gobierno y esta es la primera vez que salen de sus hogares.
En las largas colas para poder cobrar lo que les corresponde, los abuelos no siempre respetaban el distanciamiento social, sobre todo en los primeros metros antes de ingresar a los bancos.

Las postales se repitieron en distintos puntos del país, ante la emergencia de muchos a los que no les alcanza la plata y estaban esperando el momento de percibir su jubilación, pensión o plan social. La economía de las familias tambalea por el coronavirus y la desesperación quedó reflejada en las calles.

En la avenida Mitre al 6600, en Wilde, había gente muy enojada por la situación. Algunos, que superaban los 70 años, contaban que hacían cola desde las 12 de la noche. Todos coincidían en que era una vergüenza.
"Tengo miedo, pero si no me mata el coronavirus, me mata el hambre, necesito tener plata para comer", dijo una señora. "Yo no sé por qué tanta cuarentena para que después haya tanto jubilado en la calle", le recrimina una mujer que fue a cobrar la jubilación de su mamá, a un policía.

Una señora, de las primeras que estaba en la fila del Banco Nación le contó a este diario: "Estoy desde las 2 de la mañana, tengo 68 años y estoy discapacitada. Ningún familiar mío pudo venir y tuve que venir yo, otra no me queda".

En un banco cercano a ese lugar, la prioridad la tenían las embarazadas y los discapacitados, aunque todos aguardaban para ser atendidos en condiciones muy riesgosas: estaban amontonados. Uno pegado atrás del otro y hablándose entre sí sobre la desorganización total que estaban viviendo, previo a la apertura de la entidad bancaria.

De todas formas, no se vivió ningún disturbio. Una mujer pidió que se repartieran números para que la gente pueda ser atendida. Tenían miedo de no llegar a cobrar antes de la hora de cierre, a las 14. Y no faltaban los que pedían hablar con el gerente de las sucursales.
"Tenemos científicos que hablan de preservar la salud, ¿y no pudieron prever este desastre? Yo no tengo problemas de plata, pero muchos otros sí y tienen que venir porque no les queda otra", se quejo Noemí, de más de 70, en la vereda de otra sucursal bancaria, en Avellaneda.

En esa localidad aprovecharon para darles la vacuna contra la gripe a muchos adultos mayores que esperaban en las filas. Algunos se desmayaron de tanta espera.

Uno de los bancos de allí llegó a tener una cola de más de 10 cuadras, demostrando la falla organizativa.

Para ordenar un poco la cuestión, Daniel García, defensor del pueblo de Avellaneda, dijo que "se atienden de a grupos de 20 jubilados en ocho cajas habilitadas, tres de esas son rápidas. Estamos pidiendo que el trámite no dure más de tres minutos por la cantidad de gente que hay. Logramos traer una ambulancia estable y estamos gestionando para que haya baños públicos". Y añadió: "Esto es una actividad en conjunto con la Municipalidad".
Aunque también se vieron largas colas, todo parecía más organizado en Barracas, sobre la avenida Montes de Oca. Allí se dividía en filas de gente con tarjeta, sin tarjeta y para apoderados. "Si era por mi vieja, que tiene 88 años, quería venir a cobrar. Así no se puede. Vi lo que está pasando en otros lugares y es terrible", dijo un hombre.

El caos se repitió en las provincias. En Chaco, donde se registran ya siete muertes por el coronavirus, hubo largas colas. Lo mismo ocurrió en Corrientes, en donde no se respetó la distancia para evitar eventuales contagios.

En Chubut, desde la madrugada de este viernes, muchos llegaron hasta las puertas de las sucursales del Banco del Chubut y del Banco Nación para cobrar sus haberes. En algunos casos, sobre todo en las principales ciudades de Chubut, hubo más de cuatro cuadras de cola. Esto ocurrió en Comodoro Rivadavia y Trelew, dos de las más importantes demográficamente de la provincia.

Debido a la norma de distanciamiento social las entidades sólo dejan ingresar a un grupo reducido de personas por vez. Al mismo tiempo, una gran cantidad de jubilados aguarda en la vereda, y en muchos casos sin considerar el margen de distancia mínima entre personas.
El presidente del Banco del Chubut, Julio Ramírez, admitió: “No teníamos previsto que acuda tanta gente a los bancos”, y agregó que “la atención es sólo para las personas que no tienen posibilidad de operar por cajero automático”.