Noticias actualizadas las 24 horas Información clave para decidir
2 de mayo de 2024
Seguinos en
Covid-19: tremendas imágenes de fosas comunes en Nueva York
Fueron captadas por un drone, en Hart Island, una pequeña isla frente al Bronx, y son espeluznantes. Casi medio millón de contagios en EEUU
10 de abril de 2020
Parece una película de terror entremezclada con ciencia ficción, pero está ocurriendo en pleno 2020 en Nueva York, la ciudad más cosmopolita del planeta. Cavan a destajo fosas comunes para enterrar rápido a las víctimas del coronarivus Covid-19 que se amontonan por doquier superando cualquier capacidad de las morgues.
Las fotos divulgadas al mundo por la agencia Reuters, que utilizó un dron, podrían convertirse un símbolo de una de las peores tragedias de la humanidad desde que existe la vida sobre el planeta.

Cuando la crisis quede superada, podrían tener un mismo impacto similar para sintetizar la traedia que el que tuvieron las imágenes del cormorán empetrolado en la Guerra del Golfo en los 90, la del hombre arrojándose de las Torres Gemelas en el 11-S o la del pequeño cadáver del refugiado sirio Aylan tendido en la playa en 2015.

El drama de la inédita pandemia global del coronavirus quedó plasmado en una fila de ataúdes de madera acomodados en fila por trabajadores envueltos en trajes sanitarios en una fosa común en Nueva York, esa ciudad que solía estar plena de vibrante energía y nunca dormir.

Las autoridades neoyorquinas han comenzado a enterrar cadáveres en una fosa común en la isla de Hart, en el extremo noroeste de la Gran Manzana, cuando Estados Unidos está pronto a convertirse en el país con mayor cantidad de muertos por coronavirus en el mundo, superando a Italia.

Las imágenes de impacto mundial fueron tomadas desde el aire por un drone de la agencia Reuters que se acercó a la isla frente a las costas del Bronx. Se ve a trabajadores completamente vestidos con trajes y máscaras de seguridad que acomodan en una larga fosa, uno arriba de otro, decenas de ataúdes de madera de pino en un lugar que parece de película de ciencia ficción. Las autoridades de la ciudad confirmaron que la isla, que durante décadas se ha utilizado para dar sepultura a cadáveres sin reclamar, ahora incluirá también a fallecidos por el coronavirus que estén en esa misma situación.

“Es probable que gente que haya muerto (de Covid-19) sea enterrada en la isla en los próximos días”, dijo a los medios la secretaria de prensa de la Alcaldía de Nueva York, Freddi Goldstein. La isla de Hart se ha usado como cementerio público de la ciudad durante más de 150 años y está gestionada por el Departamento Correccional neoyorquino. Ahí han ido a parar los cuerpos de las personas que han permanecido en una morgue sin reclamar entre 30 y 60 días, explicó Goldstein. La portavoz añadió que las autoridades están trasladando a este lugar los cadáveres para tener más espacio para el resto de fallecidos por coronavirus.

Con el aumento de muertes, explicó, el número de días que un cuerpo sin identificar o sin reclamar podrá permanecer en una morgue antes de ser enterrado en la isla de Hart será de 14 días en lugar de uno o dos meses. “Es gente de la cual, durante dos semanas, no se ha podido encontrar nadie que diga 'conozco a esta persona, quiero a esta persona y yo me quiero encargar de su entierro'”, agregó.

Según Goldstein, en circunstancias normales se entierran en la isla unos 25 cuerpos por semana, pero desde que comenzaron a morir personas por la pandemia, se sepultan 25 al día.

Usualmente el día de entierro eran los jueves, pero ahora se trabaja todos los días. Los sepultureros solían ser los presidiarios de la cárcel de Rickers Island, pero las autoridades esta vez han decidido contratar a trabajadores independientes. Nueva York se ha convertido en uno de los epicentros mundiales de la pandemia. En el estado ya hay unos 160.000 casos confirmados, con el mayor foco la ciudad de Nueva York, que registra cerca de 90.000 infectados por coronavirus y 5.200 muertos.

Las cifras oficiales pueden quedarse cortas porque solo contabilizan a los que fallecieron en el hospital luego de ser diagnosticados por la enfermedad. Y hay muchas víctimas que murieron en sus casas sin haber recibido ayuda y no integran la lista de las autoridades. Sin ir más lejos, en los primeros 8 días de abril, por ejemplo, 1.825 personas fueron declaradas fallecidas en sus casas, más de 8 veces del número de muertos en el mismo período de 2019, según informó el Departamento de Bomberos de la ciudad. Muchos de ellos seguramente fueron víctimas de coronavirus pero no están dentro de las listas oficiales. Quizás sean pacientes que fueron al doctor pero, sin testeo, les recomendaron quedarse en sus hogares. O personas sin documentos que tuvieron miedo de ir a un centro de salud pública por temor a quedar detenido.

Cuando los paramédicos llegan a la casa de algún fallecido revisan que efectivamente esté muerto. Habitualmente lo llevan a un hospital y si hay dudas se les practica una autopsia, pero ahora los centros de salud están desbordados y no se lleva a cabo este procedimiento. Entonces los paramédicos confirman la muerte, pero no se les hace un test de coronavirus. Muchos podrían fallecer de alguna falla cardíaca agravada por la enfermedad pero no se llega a diagnosticar.