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3 de mayo de 2024
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La Iglesia Católica confirmó que no aprobará uniones homosexuales
En un comunicado oficial el Vaticano afirmó que no lo hará porque "no puede bendecir el pecado". Lo firmó la Congregación para la Doctrina de la Fe, aprobada por Francisco
15 de marzo de 2021
El pronunciamiento con el uso de todos los mecanismos formales, naturalmente en latín, se refiere a si los religiosos católicos pueden bendecir las uniones entre personas del mismo sexo, como sucede hoy en el mundo, sobre todo en Europa del norte. Ocurre especialmente en Alemania donde está en curso un Sínodo de la Iglesia local de dos años de duración que abarca los temas más discutidos, con muchos clérigos y especialistas en posiciones avanzadas más allá de lo que el Papa está dispuesto a permitir.

El documento de la Doctrina de la Fe responde “negativamente” a la pregunta que no se sabe quién o quiénes plantearon a la Congregación.

El cardenal español Luis Ladaria, que es el Prefecto de la Doctrina de la Fe, desarrolla la negativa con una larga nota de explicaciones, que comienza con que el Papa fue informado “y dio su consentimiento a la publicación”.
El ex Santo Oficio (y antes la Sagrada Inquisición) señala que el “responsum” “declara ilícita toda forma de bendición que tiende a reconocer su unión”.

El documento desarrolla tres órdenes de motivos. El primero esta dado por “la verdad y los valores de la bendición”. Ellas pertenecen al género sacramental, que son las acciones litúrgicas e la Iglesia. “En consecuencia una bendición sobre una relación humana exige que ella sea ordenada a recibir y expresar el bien que le viene dicho y donado."

Segundo motivo. “La orden que rige los actos para recibir el don está dado por el diseño de Dios inscripto en la Creación y plenamente revelados por Cristo”. A esos designios divinos “no corresponden relaciones o sociedades incluso estables que implican una praxis sexual fuera del matrimonio, vale decir fuera de la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, abierta a la trasmisión de la vida”. Es el caso de las uniones entre personas del mismo sexo.

El tercer motivo está dado, según la Iglesia en su decisión anunciada este lunes, del error de "asimilar las uniones de las personas del mismo sexo a las uniones matrimoniales”.

Las bendiciones de tales uniones podría constituir “una imitación o una analogía con la bendición nupcial impartida al hombre y la mujer que se unen en el sacramento del matrimonio, lo que sería erróneo y fuera de lugar”.

Por estas razones, dictamina el Vaticano, “la bendición de las uniones homosexuales no puede ser considerada lícita”.

La Congregación de la Doctrina de la Fe especifica que esto no perjudica “en algún modo la consideración humana y cristiana en la que la Iglesia tiene a cualquier persona”.