Héctor Pochola Silva, una de las grandes leyendas del rugby argentino, murió a los 77 a raíz de las complicaciones que sufrió tras contagiarse de coronavirus.

Fue primero jugador, se desempeñaba como octavo, y más tarde entrenador de Los Pumas. Fue también un caballero del deporte que dejó sus enseñanzas cada vez defendió los colores de Los Tilos, el equipo de toda su vida, y del equipo nacional, con el que participó, entre otras gestas, de la recordada victoria sobre los Junior Springboks en Sudáfrica en 1965.

Ese fue su bautismo en el equipo nacional donde jugó hasta 1980 y totalizó 25 partidos. Se despidió ante el combinado de World XV el 8 de agosto de 1980 en la cancha de Ferro.

En Los Tilos, el club de toda su vida, debutó en Primera cundo apenas tenía 14 años. Luego se convirtió en uno de los jugadores de rugby mas reconocidos de su época.

Esa popularidad lo llevó a realizar un aviso publicitario en 1971 que por las medidas estrictas de amateurismo de aquella época le impidió volver a vestir la camiseta nacional por un largo tiempo.

Volvió en 1978 para la gira por el Reino Unido. Tras seis años sin jugar ni entrenar, el profesor Jorge Kistenmacher, preparador físico del Estudiantes multicampeón, le armó una rutina especial de trabajo.

En esos Pumas del 78 era el más grande dentro de un equipo repleto de pibes. En el medio se casó con Zulma, tuvo su primer hijo y se recibió de médico veterinario.

Dentro del rugby fue presidente de Los Tilos e integró dirigencias de la Unión Argentina de Rugby y de la Unión de Rugby de Buenos Aires.

Pochola tuvo que ser internado en la Clínica Ipensa de la ciudad de La Plata a principios de mayo por las complicaciones derivadas del Covid-19, aunque siempre tuvo fe de salir adelante. Esta vez, no pudo. El mundo del rugby lo despide con enorme reconocimiento y respeto.

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