El presidente Néstor Kirchner marcó hoy el rumbo que debe seguir la economía durante la gestión del gobierno que asumirá el 10 de diciembre próximo, que, según
dijo, debe basarse en el mantenimiento de un "dólar competitivo", superávit fiscal y una estrategia sostenida de acumulación de reservas.

Algunos analistas interpretaron las palabras presidenciales como un inicio de la despedida de su cargo, y otra señal de que no buscará la reelección.

Es que suena cada vez más fuerte la pretensión oficial de que la senadora Cristina Fernández de Kirchner sea la candidata del oficialismo en las elecciones de octubre próximo.

De hecho, los discursos pronunciados por la primera dama en distintos foros internacionales incluyeron definiciones de fondo en materia política económica.

Así, el kirchnerismo buscaría brindar indicios de cómo sería la continuidad de las políticas oficiales, y de que los fundamentos del modelo que permitió crecer al 9 por ciento en los últimos cuatro años, continuarán.

En este marco, el presidente recomendó al próximo gobierno mantener una cotización del dólar "competitiva" y profundizar los incentivos para incrementar las exportaciones del agro y de la industria.

Kirchner también consideró que se debe continuar con la política de superávit fiscal primario y la acumulación de las reservas monetarias, para dar "tranquilidad" a la situación financiera del país.

El presidente prometió que a fin de año la deuda pública "estará abajo del 60 por ciento del Producto Bruto Interno".

"Nos conformamos con que la historia nos recuerde como una administración que administró, y con eso habremos dado un paso cualitativo", dijo el jefe de Estado.

"Hay que garantizar un dólar competitivo para el 2007-2011, una política de promoción y competitividad de nuestra industria, del campo y el desarrollo agro-industrial", resaltó el presidente Kirchner.

Kirchner aseguró que "para los tiempos que vienen hay que garantizar un dólar competitivo", que permita mantener un superávit acorde al crecimiento del país.