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20 de abril de 2024
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"Pagué caros los excesos"
Así lo dijo Diego Maradona en una entrevista que le realizó un semanario francés. El astro reconoció que sus acciones pudieron haber provocado "dolor" a sus familiares
23 de junio de 2007
El ex futbolista aseguró que nunca pensó en matarse para poner punto final a su drama de dependencia de las drogas, y que en cambio aceptó el reto de enfrentarse a sus problemas, en declaraciones que publicó este sábado la revista deportiva francesa LÉquipe.

Maradona reconoció que en muchos momentos de su vida sintió "dolor por mi madre, por mi esposa Claudia y mis hijas. A veces un diario decía Maradona se quiere matar. Eso no es verdad. Pienso que quien quiere matarse es un cobarde que no quiere enfrentar la vida. Acepté enfrentar la vida".

"He hecho cosas mal, pero todo lo que hice bien lo hice por mis hijas. Nunca pensé en matarme o volverme loco", remachó el sensacional ex futbolista. "Salí de mis problemas por el amor de mis hijas", insistió.

La revista semanal del diario LÉquipe dedicó este sábado la tapa y numerosas páginas internas a una larga entrevista que Maradona concedió al prestigioso periodista italiano Gianni Miná en mayo de 2005, y en la que el Pibe de Oro repasó todos los aspectos de su carrera.

La revista no explicó porqué la larga entrevista permaneció bajo llave durante dos años, pero en su diálogo con Miná, Maradona enfrentó todas las preguntas, inclusive las que se referían al origen de su dependencia de las drogas.

"Comencé (a tomar drogas) en Barcelona. Tenía 22 años", dijo Maradona. Cuando Miná le preguntó: "¿Porqué lo hiciste, Diego?", Maradona apenas pudo responder con un largo silencio.

"Es una enfermedad que me ha hecho perder mucho tiempo. Al comienzo era una cosa que me hacía fuerte, que me levantaba de la silla. Cuando dejó de ser una diversión y se transformó en una pesadilla, entonces hice sufrir mucho a las personas que me aman", relató.

Maradona aseguró que nunca se sintió presionado por nadie para consumir cocaína, y asumió la total responsabilidad por el enorme desorden en que se transformó su vida.

Cuando llegó a Nápoles, dijo, ya arrastrando el consumo de drogas, "no tenía miedo. De nada. Yo pensaba que no le hacía mal a nadie. Que no habría represalias contra mí mientras yo hiciera mi trabajo y que el equipo recuperase la pasión".

En un momento de la entrevista, Maradona dijo que el segundo gol que le convirtió a Inglaterra en la Copa del Mundo de 1986 fue la realización de un sueño que lo acompañó desde niño.

Ese gol es señalado como uno de los más espectaculares en toda la historia de las Copas del Mundo: Maradona recibió el balón detrás de la línea de mediocampo, y en una carrera imparable eludió a siete jugadores adversarios para convertir ante la salida del arquero Peter Shilton.

"Fue el gol soñado. Vi que Shilton salía desesperado, moviendo los brazos para distraerme. Ví que un defensor buscaba golpearme el pie. Pero ya era demasiado tarde, yo ya sabía en ese momento que iba a anotar. Nadie podría detenerme ya", dijo Maradona.

Para cerrar su obra maestra, recordó, "hice un amague hacia un lado y allí entendí que estaba haciendo el gol que soñé desde niño, desde antes de jugar en mi primer equipo, desde cuando jugábamos nuestros partidos de diversión en mi barrio de Villa Fiorito".

En 2007, el rumor sobre la muerte de Maradona en un hospital de Buenos Aires literalmente sacudió a Argentina, aunque el propio jugador se encargó de negar que esté listo para ser sepultado.

"Es verdad que no he sido un santo, pero he pagado muy caro por mis excesos", lamentó el máximo héroe en la historia del fútbol argentino.