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24 de abril de 2024
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Mohamed, sinónimo de Huracán
El "turco" logró reponerse de la trágica pérdida de su hijo Faryd, hace casi un año, y regresó al club de sus amores a la Primera División. Lloró de emoción y agradeció
24 de junio de 2007
Antonio Mohamed, entrenador de Huracán, sufrió hace casi un año el golpe más duro de su vida: la muerte de un hijo. Hoy hizo volver a Primera División al club de sus amores y la gente del estadio mendocino no pudo evitar emocionarse con sus lágrimas

Nada podrá cicatrizar la herida que Antonio Mohamed sufrió hace casi exactamente un año, cuando en un accidente de tránsito ocurrido en Alemania falleció su hijo, Faryd, de 9 años. Ni siquiera este ascenso con Huracán, que no obstante se convierte en un aliciente y una respuesta a su actitud de jamás bajar los brazos.

"El Turco" volvió a sonreír como nunca desde aquel día, el fatídico 4 de julio de 2006. Siempre apoyado por el entorno del fútbol, y particularmente por el de Huracán, el popular entrenador devolvió hoy al "Globo" a Primera luego de cuatro años de ausencia.

El peor de los recuerdos:

El recuerdo de su hijo está latente. Semanas atrás contó en una entrevista con el diario El Litoral cómo fue el terrible choque, ocurrido luego del partido entre Alemania y Argentina. "El último día antes de viajar decidí llevar a mi hijo Faryd al Mundial, porque él me lo había pedido como regalo. Habíamos alquilado dos motorhome unos seis meses atrás y nos dividimos".

"Eran las 5:25, ya era de día, había un sol fuerte. Veníamos por el carril derecho en una autopista de 3 carriles y un Mercedes Benz nos chocó por atrás a 190 kilómetros por hora. Nuestra camioneta se abrió en 2, la parte de atrás quedó dando vueltas en la ruta y la de adelante cayó hacia una calle. Cuando yo estoy en el accidente, me pongo de pie y veo mi pierna caliente, la miro, estaba colgada tipo película. No podía caminar y le tiraba cosas a mi hijo, que estaba a unos metros, para ver si reaccionaba".

"Finalmente un amigo lo buscó debajo de los escombros de la camioneta y tenía vida. A mí, cuando me hicieron tomografías, me dijeron lo que tenía, triple fractura expuesta en la pierna y las costillas quebradas. Yo estaba en un hospital, a 30 kilómetros de mi hijo. Faryd sufrió golpes durísimos, el más fuerte en el cráneo. Lo intervinieron, le abrieron la cabeza porque seguía creciendo el cerebro. Tenía órganos dañados como el hígado; cuando lo desenchufaron, dejó de respirar, lo preveíamos y lo pasamos con él".

A partir de ese momento, el ex futbolista de Huracán, Boca e Independiente, entre otros, se concentró en su campaña como entrenador y en transformar su dolor en energía para salir adelante del duro más golpe que le dio la vida.

Volvió al club de sus amores. El mismo que había dejado en manos de Osvaldo Sosa antes de partir y al que había llevado a una final por el ascenso el año anterior -perdió con Argentinos la Promoción por ventaja deportiva-. Vino el viaje a Alemania y la historia más dolorosa.

Mohamed acaba de conseguir su gran anhelo después de luchar contra viento y marea. Huracán es de Primera luego de una campaña llena de irregularidades en la que perdió una final polémica con San Martín de San Juan.

Hoy bajó a uno de la máxima categoría -Godoy Cruz- y le devolvió a la Primera División uno de los clubes más prestigiosos de todos los tiempos. Se devolvió él mismo una sonrisa postergada, mezclada con un llanto indescriptible, emotivo.