Por Emiliano Rodríguez, desde Alemania

Fue un triunfo como hace tiempo no se veía. De esos que ilusionan y sacuden corazones. Con dos goles de Maxi Rodríguez, y uno cada uno de Cambiasso, Crespo, Tevez y Messi, la Argentina le ganó 6 a 0 a Serbia y Montenegro, y clasificó para octavos de final junto a Holanda.

Lucho González debió salir lesionado y volvió a entrar Cambiasso, que convirtió un gol espectacular. El cuarto lo hizo Crespo tras un desborde de Messi, que debutó en el Mundial. El quinto fue de Tevez y, faltando dos minutos, Messi dio la "yapa" e hizo el sexto.

Así, el seleccionado argentino goleó en su encuentro de la segunda fecha de la Copa del Mundo de fútbol que se jugó en el estadio Arena Aufschalke de la ciudad alemana de Gelsenkirchen.

El detalle de los goles fue el siguiente: Maximiliano Rodríguez, a los 5 y 41 minutos de la primera etapa y por Esteban Cambiasso, a los 30 minutos también del período inicial; y por Hernán Crespo, Carlos Tevez y Lionel Messi, a los 33, 38m. y 42 minutos, respectivamente, de la segunda parte.

Así, la Argentina mostró su mejor faceta y desplegó una maquinaria goleadora imparable.

En el conjunto dirigido por José Pekerman se produjo el esperado debut de Lionel Messi, quien incluso marcó un gol, al igual que Carlos Tevez, pese a que había tenido un problema intestinal.

Argentina volvió a construir una goleada por 6-0 en un Mundial de fútbol, luego de 29 años, ya que el último antecedente había sido en 1978, cuando la selección dirigida por César Luis Menotti superó a Perú en Rosario, en el tercer partido de la segunda ronda, que le dio el pasaje a la final.

Hoy los goles argentinos fueron obra de Maximiliano Rodríguez, a los 5 y 40 minutos, y Esteban Cambiasso, a los 30, todos ellos en el primer tiempo.

En el complemento aumentaron Hernán Crespo, a los 33, Carlos Tevez, a los 38, y Lionel Messi, a los 43.

Serbia y Montenegro terminó con diez hombres por la expulsión de Mateja Kezman, a los 20 minutos de la segunda mitad, por roja directa, tras la fuerte falta contra Javier Mascherano.

Argentina tuvo un arranque demoledor, con algunos toques de Riquelme y una movilidad en el mediocampo y a los pocos minutos se puso en ventaja.

No obstante estar en ventaja, Argentina perdió el mediocampo en parte por la lesión de Luis González que debió dejar su lugar a Esteban Cambiasso, cuando apenas se jugaba un cuarto de hora.

El ingreso de Cambiasso le dio otro tipo de juego al mediocampo argentino, aunque la clave seguían siendo las apariciones de Javier Saviola, el hombre más claro en cada intervención.

El 2-0 llevó tranquilidad a Argentina y causó un nuevo sismo en la defensa balcánica que no podía hacer pie.

A los 41 cuando Argentina aumentó el marcador merced a una excelente intervención de Saviola, que le robó un balón a Krstajic por la derecha, dejó en el camino a Dudic y remató de "puntín", pero el arquero Jevric controló a medias y el rebote lo capturó Maxi Rodríguez, para decretar el 3-0.

A los 12 Carlos Tevez ingresó en lugar de Saviola, y al ex delantero de River lo despidió una ovación de parte de los 20.000 argentinos -incluido Diego Maradona- que alentaron al equipo nacional.

Una jugada terminó de inclinar el resultado para el lado argentino, cuando a los 20 Mateja Kezman le entró muy fuerte a Javier Mascherano y el árbitro Rosetti le sacó roja directa al delantero del Atlético Madrid.

Lo que todo el mundo futbolístico esperaba se concretó a los 29 minutos, cuando el juvenil Lionel Messi ingresó por Maxi Rodríguez.

La "pulga" disparó el "olé...olé...Messi...Messi", del público argentino que copó cada rincón del estadio Auf Shalke.

El chiquitín del Barcelona de España -el jugador más joven en debutar en un mundial con la camiseta argentina- escapó por la izquierda y metió un profundo centro rasante que cruzó toda el área para que Crespo marcara el 4-0.

El toque y el juego asociado de Messi, Tevez, Crespo, Riquelme, sumado al desánimo de Serbia y Montenegro hizo que Argentina elaborara una goleada histórica.

Tevez buscó por la izquierda desde que ingresó y logró su ansiado gol mundialista, cuando le hizo un "caño" a Gavrancic y tras ganarle el cruce a Duljaj, definió al poste izquierdo de un arquero sentenciado.

Pero aún faltaba la "frutilla del postre", y el toque maestro se produjo cuando Tevez tocó con Crespo cerca de la media luna y luego cedió para Messi, quien ingresó por la derecha y definió.