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16 de abril de 2024
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Una biografía sobre Rodolfo Ortega Peña, 33 años después
Celesia y Waisberg, autores de La ley y las armas, cuentan cómo reconstruyeron la historia de este abogado de presos políticos, asesinado por la Triple A en julio del 74
6 de julio de 2007
Por Ana Vainman

La ley y las armas. Biografía de Rodolfo Ortega Peña. Así se llama el libro en el que Felipe Celesia y Pablo Waisberg plasman fragmentos de la historia de un símbolo de su época que, en pleno apogeo de su actividad política, murió acribillado por integrantes de la Triple A a metros del Obelisco.

La biografía -que acaba de publicar Editorial Alfaguara a través de su sello Aguilar- recorre la vida de este fascinante personaje desde su acomodada infancia en el barrio de la Recoleta, pasando por carrera en Derecho, su rol como abogado de organizaciones sindicales y su militancia en el peronismo, hasta llegar a su prematura muerte.

Los autores reunieron un nutrido conjunto de fuentes documentales y un centenar de entrevistas a quienes conocieron a este abogado de presos políticos. Se acercaron a él con una mirada que es al mismo tiempo de admiración y crítica.

Los periodistas se comprometieron con esta historia pero también mantuvieron una prudente distancia, que les permitió la diferencia generacional. Es que ambos nacieron cuando Ortega Peña era asesinado, cuando se inauguró el terrorismo de estado, cuando comenzaron los ensayos el infierno que vendría.

En una extensa charla con Asteriscos.TV, los autores revelaron que la idea de realizar una biografía sobre este personaje se gestó en una redacción de noticias, cuando Celesia y Waisberg compartían sus tardes en la agencia Noticias Argentinas.

Waisberg confesó: “Muchas veces nos encontramos hablando de Ortega Peña. Llegamos a él por distintos caminos y en distintas circunstancias. Un buen día, Felipe, quien venía pensando en Ortega Peña desde hacía tiempo, me ofreció investigar sobre el Pelado y poco a poco se fue convirtiendo en un libro”.

“Nos interesó el personaje por su calidad de inédito y por la intensidad de su vida. En sí, sumaba actuación pública, una muerte trágica y la defensa de víctimas, todas características de gran potencia narrativa”, aportó Celesia.

En cuanto a la brecha generacional que los separa de los coetáneos de la historia de Ortega Peña, Waisberg reconoció que fue una “dificultad importante”, al tiempo que Celesia consideró: “No haber vivido la época tiene la desventaja de no contar con la experiencia directa y no poseer esa "autoridad" ante los protagonistas de aquel entonces, pero por otra lado nos aportó una distancia saludable con entender en los aspectos aún polémicos. Creemos que operó una suerte de dialéctica generacional que enriqueció el libro”.

En referencia a otras dificultades con las que se encontraron a lo largo del trabajo, Celesia disparó: “Creíamos que tendríamos la colaboración de ciertos "compañeros" de ruta que no tuvimos o no se brindaron como esperábamos. Además, la última mujer de Ortega Peña, Helena Villagra, nunca aceptó que la entrevistemos”.

Desde otro punto de vista, Waisberg confesó que debieron hacer la investigación a la par que realizaron otros trabajos para poder sostenerse económicamente, lo que les trajo una dificultad de tiempo para dedicarle al libro.

Waisberg también consideró que los avances en la causa Triple A ofrecen un marco propicio para reflexionar sobre la vida de este personaje y sobre todo porque “genera un debate sobre lo que ocurrió durante un gobierno democrático y que fue la antesala de la dictadura”.

En cuanto a los aportes que hace La ley y las armas, Waisberg estimó que “habla sobre algunos temas que se conocían demasiado poco o que estaban un poco olvidados”. “En términos generacionales – agregó - ayuda a entender qué fue lo que pasó por el corazón de esa generación que eligió un camino distinto del que le estaba dado por historia familiar y cultural”.

Celesia explicó que los hallazgos del libro “son varios” pero sostuvo que “son los lectores quienes deben descubrirlos”.