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25 de abril de 2024
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The Economist, duro con la situación argentina
En un artítulo titulado "Corrupción en la Argentina", el semanario británico cuestiona la situación de Miceli y habla de “parches insostenibles” para contener la inflación
11 de julio de 2007
El prestigioso semanario británico The Economist publicó en su edición de hoy un crítico informe sobre la situación de la Argentina en el que hace especial hincapié en el escándalo que involucra a la ministra de Economía, Felisa Miceli, en la crisis energética y en la inflación y evalúa que la suma de esos hechos "estropea el paisaje electoral" para el kirchnerismo con vistas a las presidenciales de octubre.

Si bien pronostica que Cristina de Kirchner "ganará la elección", estima que "lo que está fuera de duda es que heredará dificultades, que serán mayores que las que afrontó su esposo".

Bajo el título "Corrupción en la Argentina", The Economist señala que la "cadena de acusaciones sobre corrupción" contra el Gobierno, entre ellas el caso Skanska y el affaire de la bolsa con el equivalente a 60.000 dólares encontrada en el despacho de Miceli, "podrían haber sido un factor para que el presidente Néstor Kirchner desista de presentarse a la reelección".

"Luego de una cadena de acusaciones sobre corrupción, la administración de Kirchner se enfrenta a un nuevo problema, ahora, con su ministra de Economía, Felisa Miceli. El caso podría dañar su imagen y aumentar la impresión de que la corrupción se profundiza en el Gobierno", advirtió el semanario.

Luego de detallar los pormenores de cómo se descubrió una bolsa con miles de dólares en el baño del despacho de Miceli en el Palacio de Hacienda, la revista, fuente de consulta a nivel mundial, menciona también el caso Skanska, al que enlaza con "acusaciones de irregularidades y pagos en negro en la obra pública", que, "si bien vienen de 2005, últimamente han sido acompañadas de evidencia".

Esos casos "pudieron haber sido un factor para convencer a Kirchner de no presentarse a la reelección", analizó The Economist que, con todo, consideró que los incidentes no modificarán la política económica, "que maneja el Presidente y su mesa chica", "ni minarán las chances de su esposa, Cristina Fernández, en las elecciones presidenciales del 28 de octubre".

En ese contexto, la revista adelantó que la política económico, un mix heterodoxo que incluye los controles de precios, un cambio débil y medidas intervencionistas, no va a cambiar, "y mucho menos antes de las elecciones de octubre".

El semanario no sólo abordó la cuestión de la "corrupción", sino que también se hizo eco de los controvertidos índices de la inflación, la situación en el Indec y la escasez de energía.

"La administración Kirchner ha luchado para contener la inflación, pero se la ha acusado de manipular los datos para ocultar la totalidad del problema", remarcó la publicación, que destacó que los índices oficiales hablan de una inflación anual "del nueve por ciento", mientras que la oposición, "entre ellos el ex ministro de Economía de

Kirchner y ahora candidato, Roberto Lavagna, aseguran que es del 15 por ciento".

En su lucha contra la inflación, el Gobierno "evitó tomar decisiones difíciles para contenerla, como podría ser una suba de las tasas de interés, contener la demanda o retardar el crecimiento económico, y, en lugar, ha impuesto el pacto de precios, impuestos a la exportación, congelamiento de tarifas, todos arreglos insostenibles en el tiempo", consideró.

Sobre la cuestión energética, The Economist advirtió que el país "enfrenta su escasez, justo en el comienzo de un particularmente áspero invierno. El tema ha generado inquietud en el sector privado y ahora el Gobierno ha comenzado a racionar el gas natural a las fábricas y a comprar electricidad a Brasil.

"Los problemas en curso en el sector de la energía derivarán no sólo en descontento popular, sino que también supondrán una mayor presión sobre la inflación", aventuró el semanario.

La designación de Cristina Fernández como candidata presidencial por el oficialismo "fue diseñada para dar una cara fresca sin alterar la política, un cambio con continuidad. Dada la fuerte popularidad de ambos Kirchner, a lo que se suma una oposición debilitada, no hay duda de que" la senadora "ganará la elección", señaló la revista.