El presidente Néstor Kirchner decidió recurrir nuevamente a la ayuda financiera de su par venezolano, Hugo Chávez, ante los temblores financieros que desde hace dos meses golpean duro a los bonos argentinos.

Luego de una conversación que mantuvieron días atrás los presidentes, el secretario de Finanzas, Sergio Chodos, ultima detalles en Caracas para concertar una nueva "venta directa" de bonos por un total de 1.000 millones de dólares.

Se trataría del Bonar X (vence en 2017) o el Boden 2015 (que vence en 2015). Los papeles podrían ser la parte argentina de una nueva emisión del Bono del Sur -un título conjunto de ambos países- o simplemente una operación entre los dos gobiernos.

Se está hablando de una emisión en tres etapas: la primera, de 500 millones de dólares, podría anunciarse la semana próxima, en coincidencia con el paso de Chávez por el país. Los otros dos tramos, de 250 millones cada uno, en lo que resta del año.

Así, el Gobierno vuelve a acudir al auxilio financiero de un gobierno que, en los últimos años, se ha convertido en un virtual "prestamista de última instancia" (el que aparece cuando los mercados financieros se cierran o se encarecen).

Ese rol lo cumplió por décadas el Fondo Monetario Internacional, pero desde que está Kirchner en la Casa Rosada el FMI quedó en el olvido, luego de habérsele pagado hasta el último centavo de deuda.