Hay un cambio en el matrimonio presidencial, y el hecho de que le haya dado dos reportajes en menos de dos meses al diario La Nación, y al periodista Joaquín Morales Solá, a quien en algún momento denostró el jefe de Estado, lo demuestra.

La primera dama y candidata presidencial, Cristina Fernández de Kirchner, consideró que los tiempos más difíciles de la crisis por la que atravesó la Argentina "ya pasaron" y que ahora el país "tiene que volver a estar en el mundo".

"Cuando había que resolver el hambre de muchos argentinos, la política exterior pasó a segundo plano y debimos vivir un poco encerrados. Eso ya pasó. La Argentina tiene que volver a estar en el mundo", señaló la senadora y candidata oficial a la Presidencia
en declaraciones al matutino La Nación.

Apuntó, en este sentido, la importancia de fortalecer la política exterior y "aprender de los grandes países" para integrar a la Argentina al terreno mundial.

"No concibo la política exterior sólo como un entramado político y social. Tenemos que aprender de los grandes países. Sus embajadores son también los embajadores de sus economías, de sus empresas y de sus intereses comerciales, sin descuidar, desde ya,
las grandes cuestiones políticas", sostuvo la primera dama, recién llegada de México, adonde acompañó a su esposo, el presidente Néstor Kirchner, en visita oficial.

En su primer contacto con la prensa argentina desde el lanzamiento de su candidatura, Cristina reiteró las bases de su propuesta por un "pacto social", al tiempo que cuestionó a los sectores de la oposición, al sostener que "carecen ahora de un
serio discurso alternativo más que de condiciones".

"Yo propongo un acuerdo que no se encierre sólo en precios y salarios, sino en una política de Estado sobre la economía que queremos. Un país capitalista con acento en las exportaciones y en la `marca Argentina� instalada en el mundo. Un país con el
necesario equilibrio social también. Sobre eso deberíamos buscar un acuerdo entre empresarios, sindicatos y el Estado", ratificó la primera dama.

Señaló, además, que "el Estado es el Parlamento también y es ese el ámbito del debate con la oposición", por lo cual "las alternativas deben surgir del Parlamento".

"¿Acaso no fue así con Chacho Alvarez y con Graciela Fernández Meijide en los años 90? Entonces la mayoría parlamentaria era más compacta que ahora. Yo la viví. Creo que la oposición carece ahora de un serio discurso alternativo más que de condiciones", apuntó.

Por otra parte, la senadora reiteró, aunque en forma más moderada, las críticas que lanzó el Presidente por el muro que Estados Unidos levanta para frenar la inmigración ilegal desde México.

"Es un muro simbólico entre los Estados Unidos y América Latina, y eso no está bien en un mundo globalizado", advirtió.

También volvió a defender la presencia de Hugo Chávez en la región al sostener que es "necesario para la matriz energética" de Sudamérica.

"Dije que Chávez era tan necesario para la matriz energética de América latina como Putin lo es para la de Europa. Ha sido elegido democráticamente, pero no le hace bien su gestualidad para la mirada internacional de la democracia venezolana", reflexionó.