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25 de abril de 2024
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Otro caso raro complica al Gobierno de Kirchner
Tres funcionarios de Planificación, incluido el titular del Ente de Autopistas, Claudio Uberti, viajaban en el avión que traía U$S 800 mil secuestrados
8 de agosto de 2007
Otro dolor de cabeza para Néstor Kirchner. Después de la "bolsa" hallada en el despacho de Felisa Miceli, ahora otro caso raro complica a un alto funcionario del Ministerio de Planificación Federal.

El interventor del Ente Regulador de Autopistas, Claudio Uberti, un hombre cercano al
ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, viajó en el vuelo privado en el que un ciudadano venezolano transportó este fin de semana una valija con 800 mil dólares, confirmó la Justicia.

La Justicia confirmó que el interventor del Ente Regulador de Autopistas, Claudio Uberti, aparece en la lista de pasajeros que ingresó al país junto al venezolano con una valija de 800.000 dólares sin declarar.

En el avión viajaban el presidente Ingeniero Exequiel Espinosa, al titular del Organo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) señor Claudio Uberti y a la Lic. Victoria Bereziuk, personal de relaciones públicas y de apoyo administrativo, en un viaje (ida y vuelta) a la ciudad de Caracas.

También viajaban Ruth Berhrrenes (funcionaria de PDV S.A. en la República Oriental del Uruguay), Nelly Cardozo (asesora Jurídica de PDV S.A.), Wilfredo Avila (funcionario de protocolo de PDV S.A.) y Daniel Uzcateguy Speech (hijo del vicepresidente de PDV S.A.) junto a un acompañante que portaba la valija, identificado como Antonini Wilson.

Se trata de un hombre clave de la cartera de Planificación que dirige Julio De Vido.

La información fue ratificada por la fiscalía en lo Penal Económico número 4 que, a través de una investigación preliminar, intenta ahora saber si hay algún tipo de vinculación entre los pasajeros y si, en definitiva, se cometió algún delito más allá de la mera infracción aduanera.

Uberti fue denunciado penalmente en la Justicia por el peronista bonaerense Ricardo Mussa, varias veces candidato a Presidente, y recayó en el juzgado federal número dos de Jorge Ballestero.

Mussa solicitó que se investigue si Uberti integraba el grupo de cinco personas que arribó al país junto al misterioso venezolano.

En un silencio oficial sin precendentes, se pudo corroborrar ayer que el misterioso visitante venezolano llegó en un avión Cessna 750 X, registrado a nombre de una empresa norteamericana de taxis aéreos.

Una primera versión indicaba que el visitante había afirmado que formaba parte de la comitiva del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pero esa información fue enseguida desmentida por la Aduana y, ayer, por el propio mandatario bolivariano.

"Es absolutamente falso de toda falsedad", dijo, en una conferencia de prensa que dio en el Hotel Sheraton, sobre la posibilidad de que el visitante integrara su comitiva. Y atribuyó ese dato al "plan del imperio [norteamericano] de perturbar" sus viajes.

El venezolano llegó a las 3 de la madrugada del sábado a bordo de una avioneta proveniente de Caracas. Ingresó en el país junto con otros tres venezolanos y dos argentinos. Sus compañeros de viaje pasaron con éxito el control aduanero.

Una de sus valijas, en cambio, generó sospechas. Al abrirla, los agentes de la Aduana encontraron 800.000 dólares prolijamente acomodados y enseguida decidieron retener el dinero. La ley establece que se debe declarar todo ingreso superior a 10.000 dólares.

De acuerdo con una primera información, el visitante juró que en la valija llevaba libros. Ayer, fuentes de la Aduana dijeron que cuando le preguntaron sobre el contenido del maletín, el venezolano dijo la verdad.

Fuentes de la Aduana informaron que el ingreso del dinero no es un delito sino una mera infracción aduanera, que se castiga con una multa equivalente a la mitad del dinero decomisado.

Hasta ayer, el ciudadano venezolano no había pagado la multa de 400.000 dólares, por lo que tampoco había podido retirar los 400.000 restantes.

La investigación respecto de la situación de Uberti se suma a la de otros funcionarios complicados.

La ministra de Defensa, Nilda Garré, y la ex ministra de Economía, Felisa Miceli, deberán declarar en los próximos días como sospechosas en el marco de dos causas distintas.

Por su parte, la secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, es investigada por la presunta comisión de irregularidades y, por supuestas anomalías en el Indec, el fiscal Carlos Stornelli pidió que el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, y las funcionarias Beatriz Paglieri y Ana María Edwin declaren como sospechosos de adulterar los índices de precios.

En tanto, se espera la definición de las situaciones procesales de Fulvio Madaro y Néstor Ulloa, los dos funcionarios echados del Gobierno por el caso Skanska.