El presidente Néstor Kirchner reconoció en España que "en forma paulatina" tendrá que producirse un aumento de las tarifas de los servicios publicos, pero advirtió que el Gobierno pondrá "un punto de equilibrio" entre los reclamos de las empresas y los "temores" de la sociedad.

"(Se puede tratar el tema) en forma paulatina, en una discusión natural de intereses. No hay empresario que no reclame aumento de tarifas y a su vez la comunidad tiene temores sobre eso. El Gobierno tiene la obligación de poner un punto de equilibrio", remarcó el presidente Kirchner.

El jefe de Estado hizo estas declaraciones tras una reunión bilateral que mantuvo con el presidente del Gobierno español, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, en el histórico Palacio de La Moncloa.

Luego de negar en forma reiterada que la cuestión de las tarifas de servicios como el gas y los teléfonos estuviera en la agenda de su viaje a España, Kirchner se refirió finalmente al espinoso tema en una conferencia de prensa tras el encuentro con Rodríguez Zapatero.

Justamente, el líder español había recordado antes de la intervención de Kirchner que "en la grave crisis de 2001, muchas empresas de otros países abandonaron la Argentina, pero las españolas se quedaron".

"Las empresas españolas se quedaron en la Argentina y aún con todas las dificultades han recuperado un ritmo inversor: en 2005 pusieron 1.800 millones de euros. Quizá sea hoy el momento de recordar que la Argentina tuvo históricamente una gran respuesta a los intereses españoles", sugirió Rodríguez Zapatero.

Más temprano, según se informó en Buenos Aires, Kirchner había escuchado un reclamo mucho más directo por el aumento de las tarifas durante un almuerzo que le ofreció el Consejo Superior de Cámaras de Comercio de España.

Pero la réplica de Kirchner no se hizo esperar: el jefe de Estado aseguró allí que el Gobierno tiene "mucha expectativa en que se profundicen las inversiones" de las empresas españolas en la Argentina.