Luego de que los presidentes Néstor Kirchner y Lula da Silva lograran destrabarlo a tiempo, Argentina y Brasil firmaron un nuevo acuerdo sobre el régimen de comercio automotor.

El vigente vencía a fin de mes.

Fue suscripto por la ministra de Economía, Felisa Miceli, y el ministro de Desarrollo de Brasil, Luis Furlan, en una ceremonia que encabezó Kirchner en la Casa Rosada.

Miceli consideró que es un "acuerdo equilibrado que beneficia a los dos países" y que el mismo permitirá a Argentina "volver a rearmar su industria de autopartes".

El punto central del nuevo régimen pasa por el establecimiento de un cupo sin aranceles de US$ 1,95 de exportación por cada dólar importado, lo que obligará a los brasileños a restringir sus ventas o incrementar sus compras a la Argentina.

Establece, además, que "antes del 31 de diciembre de 2008 las partes extremarán sus esfuerzos para alcanzar consensos, en un trabajo conjunto con los sectores privados representativos de toda la cadena productiva, para definir una política común de autopartes, de manera de eliminar asimetrías existentes".

Furlan dijo que si bien el nuevo régimen favorece a la Argentina, eso es para generar las condiciones para que, en el futuro y "pensando en un horizonte más largo (...) se busque el libre comercio automotor dentro del Mercosur".

Se busca un mayor equilibrio comercial entre los dos mercados. Además de reducir el denominado valor flex (la relación entre importaciones y exportaciones), el convenio mantiene el arancel externo común entre el 14 y el 16%, aunque con el compromiso de volver a tratarlo después del 31 de diciembre.