El defensor de la Selección Argentina Roberto Ayala se mostró apesadumbrado por la eliminación del Mundial de Alemania 2006 y aseguró que de nada servía que haya tenido un buen campeonato.

"No sirve de nada que yo haya tenido un muy buen Mundial, porque el Mundial es de todos y no sólo mío", afirmó.

El futbolista del Valencia se mostró muy dolido y, con lágrimas en los ojos, consideró que "fue un día negro para Argentina; va a pasar mucho tiempo hasta que se pueda curar esta herida...".

Con respecto a los dichos de José Pekerman, quien manifestó que su ciclo se había cumplido, Ayala fue claro: "Habló en caliente y en caliente no se pueden decir esas cosas; quizá se arrepienta".

"Yo soy partidario que se quede porque es un muy buen técnico", se ilusionó. El defensor expresó: "no nos podemos reprochar nada porque dejamos todo en la cancha y gracias a Dios nos podemos mirar a la cara".

Acerca de la lesión de Roberto Abbondazieri, consideró que "son cosas que pueden ocurrir", pero aclaró que no afectó al plantel, ya que confiaban "mucho en Leo (Franco)".

Ayala destacó que la Selección perdió el control del juego en los momentos finales de la etapa reglamentaria al considerar que "faltaron esos 10 minutos finales, donde con la tentencia de la pelota a ellos se les hizo difícil y nosotros lo podríamos haber liquidado".

Símbolo del equipo nacional con 105 partidos internacionales, reiteró que "tiene mucha bronca" y aclaró: "es muy difícil saber si voy a seguir o no en este momento".

Roberto Ayala no sólo sacó todo lo que llegó al área argentina, sino que marcó un golazo de cabeza tras un córner perfectamente ejecutado por Riquelme.

En la definición por penales, pateó anunciado y lento, permitiendo que Lehmann adivinara la intención y lo atajara.