El árbitro argentino Horacio Elizondo dirigió su cuarto partido en el Mundial de Alemania 2006 y al igual que en las anteriores ocasiones lo hizo de forma correcta. ¿Será el encargado de arbitrar la final del próximo 9 de julio en Berlín?. Es difícil, pero quien dice...

Elizondo cumplió una correcta labor en el partido que Portugal le ganó el sábado a Inglaterra en desempate a penales por 3-1, tras igualar sin goles el tiempo reglamentario, en un partido intenso y, por momentos, áspero.

Elizondo expulsó a la joven maravilla de los ingleses Wayne Rooney, en el minuto 62 por meter un taconazo al portugués Ricardo Carvalho, caído cuando forcejeaba con él para dueñarse del balón, en la decisión de mayor peso que tuvo que adoptar.

El colegiado estaba al lado de la jugada en el instante de la infracción descalificadora del temperamental delantero que recibió tarjeta roja en forma directa.

Otro momento de complicada decisión fue cuando anuló un gol del portugués Helder Postiga, quien cabeceó un centro aéreo, en una jugada cuya reiteración en cámara lenta por TV mostró la posición adelantada del jugador lusitano.

Tuvo que escuchar durante el juego algunos reclamos airados que desoyó con calma y también acertó al ordenar la reiteración del tiro penal ejecutado por el inglés Jamie Carragher en la tanda desempate.

Carragher acomodó el balón y giró para tomar la posición de remate, pero se dio vuelta súbitamente y remató sin haber sonado el silbato. Al pegarle de vuelta hacia el palo izquierdo de Ricardo, el guardameta desvió el balón.

Elizondo, de 42 años, había conducido el partido inaugural Alemania-Costa Rica (4-2). Pero después del partido que arbitró que Suiza le ganó a Corea del Sur (2-0). Los asiáticos, eliminados esa noche, lo cuestionaron por haber dado como válido el segundo gol suizo, marcado por Alexander Frei en el minuto 77.

Los surcoreanos argumentaron que un asistente de Elizondo había indicado claramente un fuera de juego y además dijeron que tampoco sancionó un penal a su favor por una supuesta infracción de Patrick Muller.