Un sólido concierto de Divididos y una sorpresiva presentación de Catupecu Machu marcaron el cierre del festival Pepsi Music, que durante diez días congregó
a más de 150 mil personas en el club Ciudad de Buenos Aires y el ex estadio Obras.

En el balance del festival rockero más importante del año, el hecho más convocante de la maratón musical fue finalmente la despedida de los españoles de Héroes del Silencio, que reunió a alrededor de 30 mil personas.

Sorpresivamente, fue la banda ibérica liderada por Enrique Bunbury la que despertó mayor expectativa de la grey rocanrolera, superando a atracciones internacionales con más "chapa" como los Black Eyed Peas o el mismísimo Marilyn Mason.

La convocatoria de Héroes del Silencio fue aún más inesperada, si se toma en cuenta que esa noche eran los únicos animadores de la velada, primera de las diez del festival.

En el segundo escalón del "ranking" de entradas vendidas se ubicó el provocador Marilyn Mason, cuyo concierto fue presenciado por 22 mil personas, en una jornada que tuvo a los locales El Otro Yo, Cabezones y Massacre en la "previa".

De todos modos, ese escalón del podio debieron compartirlo con los mexicanos de Molotov y los locales de Intoxicados, que convocaron a la misma cantidad de espectadores, en la tercera jornada del festival, la más rocanrolera de todas ya que también estuvieron Jóvenes Pordioseros, Pier, Guasones, Zumbadores y Sucias Rockas.

Por los escenarios del estadio "outdoor" del club Ciudad de Buenos Aires e "indoor" del ex Obras también pasaron números taquilleros que demostraron su gran ascendiente sobre la audiencia como Miranda!, Los Auténticos Decadentes, Las Pelotas, Kapanga,
Los Cafres, Los Tipitos y Almafuerte.

En el plano internacional, pasaron por Núñez con distintas suerte los jamaiquinos de The Wailers (siempre bien recibidos), The Australian Pink Floyd (en la noche de convocatoria más floja), los uruguayos de No Te Va a Gustar (muy queridos por el público local), y los mexicanos de Café Tacuba, otro de los favoritos de la audiencia argentina.

El cierre estuvo a cargo del "power rock" de Divididos, que cumplieron con la solvencia habitual a la responsabilidad que se les había otorgado.

Sin embargo, la gran sorpresa se produjo horas antes con la inesperada irrupción de Catupecu Machu en el escenario, con un Fernando Ruiz Díaz agradeciendo que las otras bandas le hicieran un "hueco" en la programación y dedicando el show a su hermano
Gabriel, postrado a raíz de un accidente automovilístico.

El arranque se dio con el super hit "Magia veneno", y siguió con otros tres temas (uno de ellos con el Mono de Kapanga como invitado), que le dieron luz a la última noche de la fiesta de las "bandas" del rock.