Un sacerdote de Santa Fe le negó la Primera Comunión a una niña hipoacúsica, a pesar de que la nena tomó durante dos años las clases de Catequesis tal como lo establece la ley de la parroquia de San Guillermo.

Malena Díaz, una niña de 10 años con deficiencia auditiva, esperaba tomar el Santo Sacramento en el mes de noviembre junto a sus 130 compañeros de catequesis, pero el sacerdote Faustino Torralbo no está de acuerdo.

Según publica hoy el portal santafesino de noticias de Radio Belgrano de Suardi, el sacerdote le dijo a María Julia Ibañez, madre de la niña sorda, que su hija no podía presenciar las clases con Catequistas habituales sino que debía tener una maestra especial.

La mujer le propuso a Torralbo que sea la docente de EGB de su escuela de Suardi quien le de la educación religiosa, ofrecimiento que el cura también denegó.

Las palabras del prelado no detuvieron a los padres de Malena, quienes insistieron con que la niña comenzara a tomar clases con las catequistas, quienes ahora señalaron que la chica está capacitada porque no tuvo problemas en seguir los conceptos que se manejaban en los encuentros semanales.

Malena sabe perfectamente el lenguaje de señas y tiene la capacidad de leer los labios.

Finalmente la chica tomará su Primera Comunión, según confirmó representante del obispo provincial, José Luis Riberi.

A pocas semanas de recibir el Sacramento de la Comunión, Torralbo se enteró que entre las filas de los niños que participarán de la celebración religiosa se encuentra la pequeña hipoacúsica, situación que reflotó la discusión.

Ante este escenario, el prelado decidió tomar un examen a solas con Malena, para probar sus conocimientos generales en la materia, cosa que no ocurrió con ninguno de los restantes 130 chicos.

Tras este encuentro personal, el sacerdote consideró que la niña no está preparada para tomar el sacramento, mientras que los padres sostienen que la pequeña se puso muy nerviosa ante una instancia que debió afrontar sola sin colaboración de sus catequistas.

Ante la polémica, el párroco de Suardi decidió intervenir en el asunto y mantuvo encuentros tanto con María Julia Ibañez como con el sacerdote de San Guillermo.

Los diálogos dieron sus frutos ya que se logró el entendimiento de ambas partes y ahora Torralbo deberá decidir cuándo la niña recibirá su sacramento.