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28 de marzo de 2024
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Cómo darse cuenta si sedan a los chicos en las guarderías
Tras las sospechas que pesan sobre una institución en la que murió una bebita de tres meses, aquí van algunos signos a los que los padres deben estar atentos
11 de octubre de 2007
El caso de la beba que murió en la guadería de San Martín hace retomar la polémica: en ocasiones algunos adultos encargados del cuidado de los niños acuden a sedantes.

Especialistas detallaron signos a partir de los cuales detectar si un chico está siendo sedado. Más o menos evidentes, los signos sirven de alerta a los padres quienes deben estar atentos a la conducta de sus hijos para detectar estos casos.

La médica pediatra Olga Gelblung detalló un abanico de síntomas visibles: “Uno se da cuenta desde la actitud de los niños. Es decir, si no toman el biberón con apetito y si no comen con ganas por ejemplo. Físicamente están como ¨flojitos¨ y se les cae la cabeza cuando uno los levanta, lo que se llama hipotonía muscular. También pueden tener las pupilas dilatas o muy cerradas”.

No obstante, Gelblung descree del uso de sedantes en bebes “porque son muy fáciles de manejar y no tendría sentido”.

Fabio Otamendi, psicólogo especialista en niños, agregó otros signos: “El atontamiento, el adormecimiento, la falta de hambre, los reflejos disminuidos, poca conexión con lo externo a ellos y poca vitalidad son síntomas que genera el sedante”.

Y agregó: “Los niños son siempre demandantes a la hora de comer entonces cuando el chico deja de actuar de ese modo puede ser una señal si se le suman los otros signos como dormir más de lo habitual, pedir que los dejen solos y tranquilos, o molestia ante el ruido de algún juego”.

Para Otamendi es importante el contacto que tengan los padres con los chicos debido a que un conocimiento profundo de los hijos permite estar al tanto del patrón de conducta común en el niño y así poder comparar.

Sin embargo, “cuando la dosis de sedante es mínima puede que los padres confundan el cuadro con cansancio”, advirtió el especialista.

Además, “a medida que el niño ingiere líquidos y los elimina el organismo se va limpiando”, aseguró Gelblung. No obstante, estudios de reflejos y de sangre despejarán las dudas.

Señales para el alerta:

-Falta de apetito.

-Hipotonía muscular.

-Poca conexión con el mundo externo.

-Molestia ante estímulos externos.

-Adormecimiento.

-Pupilas dilatadas o cerradas.