El codescubridor de la estructura del ADN, James D. Watson, sostiene que las políticas occidentales en los países africanos han fracasado porque las personas negras no son tan inteligentes como las de raza blanca.

"Todas nuestras políticas sociales están basadas en el hecho de que su inteligencia es la misma que la nuestra, mientras todas las pruebas muestran que no es realmente así", afirma el científico en declaraciones al diario The Sunday Times.

Hasta el momento, cabe aclarar, las muestras dicen lo contrario y por eso nadie puede entender a este norteamericano, ganador del Premio Nobel.

Pero el genetista sostiene que las pruebas que permitirán determinar con todo el rigor científico, o sea cuando se identifiquen los genes responsables de las diferencias de la inteligencia entre los humanos, recién podrán ser encontradas en una década.

"No existe razón firme para avanzar que hayan evolucionado de manera idéntica las capacidades intelectuales de personas separadas geográficamente en su evolución. Para ello no bastará nuestro deseo de atribuir capacidades de raciocinio iguales, como si fueran una herencia universal de la humanidad", consideró el genetista y desató la polémica en el mundo científico.