El vespertino londinense The Evening Standard y la edición electrónica de su diario hermano de la mañana, The Daily Mail, aseguraban ayer que los últimos análisis realizados en Inglaterra tienden a confirmar la tesis de la policía portuguesa de que los McCann están implicados en la desaparición y probable muerte de su hija Madeleine.

La pequeña desapareció el pasado 3 de mayo del dormitorio del apartamento alquilado por la familia en Praia da Luz, en El Algarve (Portugal) mientras sus padres y otros amigos cenaban en un restaurante cercano. Los padres aseguran que la niña fue secuestrada, pero tras varios meses de investigaciones la policía portuguesa cree que la pequeña Maddie murió de forma accidental y los padres escondieron el cadáver.

Un aspecto clave para resolver el caso pueden ser las muestras humanas encontradas por la policía portuguesa en un automóvil alquilado por los McCann más de tres semanas después de la desaparición de su hija. El resultado de esos análisis, que se llevan a cabo en un laboratorio de Birmingham (Inglaterra), no se conoce aún. Pero estos dos diarios londinenses, en una información idéntica, aseguran que ya se han terminado, que los resultados han sido entregados a la policía portuguesa a través de la policía de Leicester y que confirman que los restos son "fluidos y pelo" de Madeleine y proceden de un cuerpo humano, no de ropa o juguetes utilizados por la niña antes de morir que podían luego haber pasado al automóvil.

"Probables falsedades"

El portavoz de la familia, Clarence Mitchell, no quiso ayer hacer comentarios sobre lo publicado en los periódicos y se limitó a decir que se trata de "nuevas especulaciones y probablemente falsedades" y a reiterar la inocencia de los McCann. "Kate y Gerry son completamente inocentes y no tienen nada que ocultar", insistió.

Las informaciones, que de confirmarse pueden acabar dando un vuelco espectacular a todo el caso, se producen 24 horas después de que Gerry McCann se incorporara el jueves a su trabajo como médico cirujano tras seis meses de baja y mientras un despacho de investigadores privados españoles busca en Marruecos a otra niña que un testigo asegura que era Madeleine o al menos tenía la característica marca de la niña británica en su ojo derecho.